tag:blogger.com,1999:blog-73612321011320510312024-03-14T02:14:11.995+00:00Gus erranteUnknownnoreply@blogger.comBlogger157125tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-48245565581623076402009-04-16T21:45:00.004+01:002009-04-16T23:15:04.834+01:00En casa<div align="justify"><span style="font-size:130%;">Después de estar alejado del blog durante casi un mes, y de comprender un poco más esas películas en las que un escritor en crisis de inspiración se sentaba delante de una máquina de escribir con un papel en blanco y un café, esperando que, con poco o ningún éxito, las palabras surgieran, al fin me siento para contarles como me fue la vuelta a mi tierra, las Islas Canarias.<br />Volví a Madrid hace casi 3 semanas y acto seguido a Tenerife. Cometí la, según algunos, locura de volver al trabajo al día siguiente de volver, aspecto que no he llevado del todo mal. A veces pienso que ha sido lo mejor, no permitirme el lujo de dejar tiempo para pensar y volver directamente “al tajo”.<br />Parece increíble pero ya tengo la sensación que todo queda un poco lejano. Siempre procuro sacar un rato al día para, organizando fotos, contestando o enviando correos a gente que conocí durante el viaje o aprovechando con algún amigo delante de un café o con cualquier otra triquiñuela, rememorar un poco las experiencias que viví durante la travesía.<br />Mis impresiones sobre este viaje han sido maravillosas; fue sin duda la realización de un sueño y ha colmado las mejores expectativas con las que partí. He aprendido un poco más sobre la cultura musulmana (he estado en 15 países con mayoría de esa religión) que es una gran desconocida para nosotros y también he disfrutado de lugares tan impresionantes como Pakistán, Indonesia o Papúa Nueva Guinea . También me quedan en la memoria todas las personas que conocí durante este viaje y que sé, que por desgracia y con casi con toda probabilidad, no volveré a ver porque simplemente están tan tan lejos!<br />También me entretengo a veces echando una ojeada al mapamundi que cuelga en mi habitación planeando en mi mente un nuevo sueño y como volver a la ruta; eso sí, siendo consciente que aunar el tiempo y el dinero que hacen falta para ello (a veces parámetros incompatibles) es bastante complicado.<br />Espero que me rediman por esta larga ausencia y para ello pongo un montaje de panorámica de algún lugar en el que estuve (habrá más)</span></div><div align="justify"></div><span style="font-size:130%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5325414751304464866" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 435px; CURSOR: hand; HEIGHT: 75px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SeesgEUgueI/AAAAAAAAKzY/inKM0sNTRJo/s400/karakol.jpg" border="0" /><br />En las próximas fechas colgaré algunos datos más…</span>Unknownnoreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-62714188855717473742009-03-16T08:00:00.007+00:002009-03-25T06:38:06.755+00:00Sorong<div align="justify"><span style="font-size:130%;">Sorong es una ciudad al noroeste de la Isla de Papua. Como en Merauke, en la ciudad hay muchos de los grupos étnicos de los distintos archipiélagos de Indonesia. Una vez más llegué a un lugar <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSiGTwkYdI/AAAAAAAAKxU/waHfS86lftg/s1600-h/P1030548.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311048089843556818" style="FLOAT: right; MARGIN: 0pt 0pt 10px 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: pointer; HEIGHT: 240px" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSiGTwkYdI/AAAAAAAAKxU/waHfS86lftg/s320/P1030548.JPG" border="0" /></a>en el que fui acogido durante una semana por una familia procedente de la cercana Isla de Biak que me t<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSirldYTFI/AAAAAAAAKxc/R7SFPv3F8W0/s1600-h/P1030519.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311048730250071122" style="FLOAT: left; MARGIN: 0pt 10px 10px 0pt; WIDTH: 240px; CURSOR: pointer; HEIGHT: 320px" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSirldYTFI/AAAAAAAAKxc/R7SFPv3F8W0/s320/P1030519.JPG" border="0" /></a>rataron a las mil maravillas. En la vivienda en la que me quedaba convivía con no menos de 15 personas, casi todos ellos niños con los que una vez más me divertia mucho jugando.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;">Alrededor de la ciudad hay muchísimas islas paradisíacas como la isla de Matam donde nos fuimos de picnic o la de Raja Ampat, donde me quedé con otro de los hijos de la familia. Sin duda he de decir que tanto en Indonesia como sobre todo en Papúa ha sido una experiencia increíble, llena de gente maravillosa, detallistas, hospitalarias y con un gran sentido de la solidaridad. Cuando el policía de aduanas me puso el sello de salida tuve la certeza y sin ninguna duda que vo</div><div align="justify">lver<img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311047718547403170" style="FLOAT: left; MARGIN: 0pt 10px 10px 0pt; WIDTH: 451px; CURSOR: pointer; HEIGHT: 253px" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbShwskqsaI/AAAAAAAAKxM/Cj9l60c8jdE/s320/P1030459.JPG" border="0" />é alguna vez a este país.</span> </div>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-52111070970125661712009-03-13T08:00:00.004+00:002009-03-13T08:00:00.657+00:00Crucero por los mares de Papua<div align="justify"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbShXa7CwVI/AAAAAAAAKxE/YupcGbfw7p4/s1600-h/P1030402.JPG"><span style="font-size:130%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311047284312686930" style="FLOAT: right; MARGIN: 0pt 0pt 10px 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: pointer; HEIGHT: 240px" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbShXa7CwVI/AAAAAAAAKxE/YupcGbfw7p4/s320/P1030402.JPG" border="0" /></span></a><span style="font-size:130%;">Finalmente abandoné el área de Merauke y sus alrededores para coger el barco de la compañía marítima Pelni, la más importante de Indonesia. Mis amigos me fueron a despedir al barco e inicié la travesía hasta Sorong; nada menos que cuatro días y tres noches a bordo del ferry. Cada una de las cubiertas de la clase económica tiene unas bancadas de tablas de madera en las que cada uno pone su colchón, su aislante o bien, como en mi caso la sábana que me ha acompañado en tantas ocasiones. El ambiente es un poco opresivo por el calor pero no es del todo desagradable. A mi lado habia gente de Papua y algunas otras personas de otros lugares de Indonesia como Sulawesi o Kalimantan.<br />A estribor ya nos acompañaba la oscuridad de la cercana Papua y a babor se vislumbraba las brillantes luces de la no tan lejana Australia. El mar, generalmente, se encontraba un poco picado por lo que los pasajeros se mareaban con bastante frecuencia. En dos dias ya nos habiamos desplazado desde Merauke hasta Agats, lo que no era más que el primer tramo del viaje.<br />En Agats, la tierra de los Asmat, no hay puerto, asi que en mitad de la noche y nada más atracar, se acercaron decenas de botes a dejar y recoger a la gente. Desde la cubi<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbShDX4bi1I/AAAAAAAAKw8/eX39z-pv2xE/s1600-h/P1030357.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311046939899038546" style="FLOAT: left; MARGIN: 0pt 10px 10px 0pt; WIDTH: 320px; CURSOR: pointer; HEIGHT: 240px" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbShDX4bi1I/AAAAAAAAKw8/eX39z-pv2xE/s320/P1030357.JPG" border="0" /></a>erta se ve la selva y las tierras pantanosas que rodean el pueblo. Posteriormente fuimos parando en sucesivos puertos como Timika, Fak Fak hasta llegar finalmente a Sorong, mi destino final al noroeste de la Isla de Papua. En el transcurso del viaje la gente se divierte como puede, ya sea jugando al ajedrez, a las cartas o simplemente manteniendo una conversación. Es una experiencia bastante divertida aunque eso sí, si dominas un poco el idioma ya que solo me encontré dos personas que hablaran un poco en inglés.</span></div>Unknownnoreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-83908368260916331422009-03-11T08:00:00.004+00:002009-03-11T08:00:00.900+00:00Con los Marin<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Llevaba días esperando que el pequeño barco que va hasta Wuanam, la villa de Mr. Gueren saliera de puerto y de la misma manera, día tras día, el bote acababa abortando su salida debido a las</span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSZVJoCHLI/AAAAAAAAKw0/6rmkROqiqJQ/s1600-h/P1020838.JPG"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSZVJoCHLI/AAAAAAAAKw0/6rmkROqiqJQ/s320/P1020838.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311038449216789682" border="0" /></a><span style="font-size:130%;"> inclemencias del tiempo. Yo ya necesitaba un poco de aire y salir de Merauke así que, un poco a la desesperada, me tracé una ruta por tierra a lo largo de la costa pasando por Kumbe, Okaba e intentar llegar finalmente a Wuanam. Cogí un autobús y a pesar de que la carretera está destrozada por tramos debido a los abundantes aguaceros de la temporada de lluvias llegué finalmente a Kumbe. Allí se cruza un río que tuve que atravesar en un barco para darme cuenta que aparte de los prohibitivos precios que me pedían para llegar a Okaba, nadie me podía asegurar que iba a llegar al destino final. En el autobús iba Ceci una de las alumnas de Mr Paul que me dijo que si quería, me podía quedar en su pueblo así que </span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSY4q00wcI/AAAAAAAAKws/g9LgCzOfFOA/s1600-h/P1030256.JPG"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 287px; height: 389px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSY4q00wcI/AAAAAAAAKws/g9LgCzOfFOA/s320/P1030256.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311037959912604098" border="0" /></a><span style="font-size:130%;">nos dimos la vuelta y retorné hasta llegar a Wendu. Después de dar algunas vueltas por varias casas del pueblo acabé en la iglesia. El párroco se había ido a pasar la noche a Merauke así que acabé durmiendo en un cuarto anexo a la iglesia con los obreros que estaban reformando el edificio.<br />En los alrededores de Merauke existen muchisimas etnias di</span><span style="font-size:130%;">ferentes, cada una con su leng</span><span style="font-size:130%;">uaje, cultura e incluso rasgos físicos diferenciados. En concreto en Wendu, la tribu dominante es la de los Marin, aunque también puedes encontrar mezclados yaghai, muyus o incluso asmat, procedentes de las tierras pantanosas cercanas al pueblo de Agats, a dos días de barco de aquí.<br />La gente me había dicho que el cura hablaba inglés, pero lo cierto era que su dominio del idioma era tan básico como el mío de indonesio; sin embargo a él le ayudaba Melchi, un chico de Papua Nueva Guinea (que por supuesto era el único que hablaba inglés) y en el que me apoyaba cuando mi indonesio no llegaba para más.<br />Esta semana el párroco se había dedicado a </span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSYaB3oOCI/AAAAAAAAKwk/XVMvqSVeCFA/s1600-h/P1020887.JPG"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 279px; height: 372px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSYaB3oOCI/AAAAAAAAKwk/XVMvqSVeCFA/s320/P1020887.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311037433522436130" border="0" /></a><span style="font-size:130%;">ir bendiciendo casa por casa, así que yo me uní a la comitiva que iba detrás de el tocando la música con tambores y con los atavíos tradicionales basados en hojas de cocoteros. La gente aquí es tremendamente cristiana y todo el mundo va a la iglesia o participa en estos eventos.<br />Me pasé cuatro días en la villa viviendo la vida tranquila y disfrutando de la compañía de la gente que armándose de mucha paciencia y con la ayuda esporádica de mi diccionario (también a veces de la mímica) se sentaban conmigo a conversar.<br />Por la noche del ultimo día se montaron en la villa un Ramae, una reunión de toda la gente de la villa y los alrededores para cerrar de esa manera la semana de la Eucaristía. Aparte de tener la oportunidad de probar algunas delicias como carne de perro en adobo o sagu kelapa (lo mismo que en Papua nueva guinea, pero preparado de una manera distinta y mucho más apetecible) pude quedarme dormido oyendo como cerraban la noche montando una discoteca al estilo de Papua: cantando y tocando los tambores alrededor de una hoguera.<br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-24696703877770011792009-03-09T03:47:00.004+00:002009-03-09T04:14:00.286+00:00Aprendiendo bahasa indonesia<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">La ciudad de Merauke, al sur de la isla de Papúa y a escasas 3 horas de la frontera con PNG ha sufr</span><span style="font-size:130%;">ido un crecimiento e</span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSR9zAeDaI/AAAAAAAAKwM/s9ehv9l2-R8/s1600-h/P1020766.JPG"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 333px; height: 250px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSR9zAeDaI/AAAAAAAAKwM/s9ehv9l2-R8/s320/P1020766.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311030351426882978" border="0" /></a><span style="font-size:130%;">xponencial en los últimos años. Siguiendo la política del gobierno indonesio de repoblar Papua con inmigrantes procedentes de otros lugares de Indonesia, la ciudad esta llena de gente de Java, Sumatra, Sulawesi o Las Molucas. Yo llegué al aeropuerto temprano y me puse a hablar con la gente de los alrededores y acabé trabando conversación con dos papúos (Gueren y Paul) que hablaban inglés y que tenían un amigo por allí que se ofreció a alojarme en su casa. Iwan, una persona muy divertida y vit</span><span style="font-size:130%;">al que procede de las Molucas y casado con una javanesa vive </span><span style="font-size:130%;">cerca del mercado viejo, en el centro de la ciudad. Su casa no tiene más mobiliario que un colchón, pero ellos me han ofrecido su hospitalidad con lo mejor que tienen. De hecho, con el tiempo me vine a enterar de que ellos se habian mudado a la casa del vecino por dejarme espacio libre a mi y por tanto, el vecino se habia ido a dormir al salon.... sim</span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSTEh9wVtI/AAAAAAAAKwc/lDZFiauNbCw/s1600-h/P1030264.JPG"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSTEh9wVtI/AAAAAAAAKwc/lDZFiauNbCw/s320/P1030264.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311031566622807762" border="0" /></a><span style="font-size:130%;">plemente increíble.</span><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Lo mejor de Merauke es la playa que tiene la peculiaridad de ser muy poco profunda, lo que produce que las importantes mareas retiren el mar hasta 10 </span><span style="font-size:130%;">kilómetros hacia adentro. Aquí es difícil planear movimientos por los alrededores porque estás sujeto a las inclemencias del tiempo, que dentro de la estación lluviosa suele ser bastante cambiante, así que estaba un poco estancado y sin poder salir de la ciudad. Al menos estos días se celebraba el aniversario de la fundación de la ciudad y había muchas actividades: </span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSSarUhmhI/AAAAAAAAKwU/jf3chU_AR4A/s1600-h/P1030016.JPG"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 274px; height: 365px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_Tni1YZ3xs5o/SbSSarUhmhI/AAAAAAAAKwU/jf3chU_AR4A/s320/P1030016.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5311030847579724306" border="0" /></a><span style="font-size:130%;">desfiles de carnaval de los distintos grupos étnicos que hay en Merauke y también de cuando en cuando algún concierto de música por las noches.</span><br /><span style="font-size:130%;">Yo al segundo día de estar allí y tras darme cuenta que con mis treinta o cuarenta palabras en su idioma lo iba a pasar un poco mal (ni Iwan ni ninguno de sus vecinos hablaba inglés) y dado que además tenía mucho tiempo libre, decidí empezar a estudiar indonesio. Me fui a una librería, me compré un diccionario y en unos días había aprendido suficientes palabras como para poder empezar a comunicarme de una manera básica. El indonesio es un idioma muy sencillo, no tiene verbos irregulares y además es bastante divertido de aprender, así que cuando empecé a ver que conseguía resultados, ésto me sirvió de motivación extra para ponerme a estudiar todas las mañanas y pasarme todas las tardes y noches hablando con la gente.</span><br /><span style="font-size:130%;">Después de todo he pasado más de dos semanas en Merauke y desde luego, cuando pasas suficiente tiempo en un lugar, es cuando empiezas a enterarte de como es realmente la vida y las historias de la gente de aquí.</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-13487978210092985502009-02-28T08:00:00.000+00:002009-02-28T08:00:01.288+00:00De vuelta hacia Vanimo y Jayapura<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Nos despedimos de Albert y Anna y tomamos rumbo al aeropuerto para tomar nuestro vuelo de vuelta a Vanimo. El aeropuerto de Madang es pequeño, con una terminal que no creo que tenga mas de 200 m2. Advertimos enseguida la presencia de muchos militares en el vuelo, pero no le dimos demasiada importancia. Cuando llegamos a Vanimo, Gabriel nos estaba esperando en la terminal para llevarnos a su casa y allí nos explicó que el día anterior habían sucedido unos disturbios en el pueblo con un enfrentamiento entre la policía y los guardaespaldas del ministro forestal; así pues resultaba que los militares que venían en el avión era la brigada móvil que venia al pueblo para poner un poco mas de presencia militar en las calles. La situación estaba un poco tensa y eso se respiraba en el ambiente. El mercado del centro del pueblo había sido arrasado el día anterior y estaba cerrado. Aun así no había problemas para caminar por el centro de Vanimo, pero se notaba menos actividad en las calles, los mercados desabastecidos y todo el mundo pendiente de las noticias del periódico. Nosotros, alejados un poco de esta situación, nos dedicamos a lo de siempre, a darnos nuestros baños en la playa por las tardes y pasear por el pueblo.<br />La ultima noche aquí le habíamos prometido a Gabriel, Morine y Carlitos que íbamos a preparar una cena con comida española, Nuria una tortilla de papas y yo una ensaladilla rusa. La búsqueda para encontrar los ingredientes nos llevó por todos los supermercados y los mercados de Vanimo pero al final (más o menos) conseguimos todo. Por la noche aparecieron también la otra voluntaria del pueblo, Rosemary y tres invitados japoneses que trabajan también en ONGs en otros lugares de Papua Nueva Guinea, así que montamos nuestra pequeña fiesta de despedida particular en casa de Gabriel.<br />De todas maneras, y bien pensado, vivir en un sitio como Vanimo tiene que ser bastante duro; cierto que es un sitio muy tranquilo, pero es difícil hacer amigos duraderos aquí y supongo que también hay que ser muy fuerte de mente para poder soportar la soledad de este lugar.<br />Nos despedimos con gran pena de Papua Nueva Guinea para volver con destino a mi segundo hogar, Jayapura. Han sido 16 días geniales en este país y me he quedado con muchas ganas de volver en otra ocasión.<br />Habíamos oído historias de corrupción en la frontera al pasar por la frontera de Indonesia (no en el lado de PNG) pero la verdad es que en esta ocasión no tuvimos ningún problema; hasta los soldados indonesios se sacaron la pistola para sacarse una foto con nosotros. Ya nos habíamos acostumbrado a que la gente se comunicara en inglés así que la vuelta fue de nuevo un luchar por hacerse entender con mi básico bahasa. Esta vez tuvimos suerte con los transportes y a mitad de día estabamos de vuelta en Jayapura. Era el ultimo día de las vacaciones de Nuria con lo que nos despedimos también de los amigos papúos que habíamos hecho aquí, y que acabaron hasta haciéndole a Nuria su peinado al estilo papúo antes de salir. Una vez más, después de un mes muy bien acompañado, me vuelvo a quedar solo y emprenderé ruta hacia el sur de Papua, para pasar un mes en una zona bastante poco accesible y en la que seguramente tendré que armarme de mucha paciencia.<br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-57533978971511183402009-02-25T08:00:00.001+00:002009-02-25T08:00:01.328+00:00La ciudad de los murciélagos<p align="justify"><span style="font-size:130%;">Nada más atracar en Madang, lo primero que ves desde el barco son los árboles completamente repletos de enormes murciélagos, posados en ellos o revoloteando por el cielo de la ciudad y emitiendo chillidos. Hemos intentado preguntar a varias personas el porqué de que estos animales estén solamente en esta ciudad pero nadie nos supo dar una respuesta.<br />Madang es la joya del escaso turismo que viene a Papua Nueva Guinea. La ciudad esta muy limpia y llena de jardines con césped y bastante bien cuidados; de hecho a cualquiera que arroje basura al suelo le pueden imponer una multa de 20 kinas (unos 6 euros). Nos ha sorprendido ver a los papúos cortando el césped a machete y con una habilidad increíble.<br />Nos alojamos en la Lutheran guesthouse y nos dedicamos a pasear un poco en la ciudad. Yo sabía por Maika y Vanessa, dos catalanas con las que compartí viaje durante un par de días en Ray Leh (Tailandia) que una amiga de ellas estaba viviendo en Madang. Gabriel nos había dado el teléfono de Marlene, una voluntaria holandesa, así que nos pusimos en contacto con ella y al final nos condujo hasta la casa de Anna y Albert.<br />En su casa conocimos a algunos otros de los extranjeros que están trabajando en Madang: a Giuseppe, italiano, a Pascal, francés, a Marlene y Yolanda, holandesas, a Ona, australiana..<br />Esos días nos dedicamos a recorrer un poco las islas de los alrededores que son auténticos paraísos para hacer snorkelling o submarinismo. Al contrario que en Indonesia, Tailandia o Filipinas, las tácticas de pesca en PNG no han sido tan agresivas y los corales están bastante intactos. El segundo día, por ejemplo fuimos a la isla de Siar que es un pequeño islote a 10 minutos en barco de Madang y la rodeamos con las gafas y el tubo que nos habían prestado Anna y Albert... ¡que corales!, !que corales!, de todos los colores y formas; cuando te bajabas 3 ó 4 metros y te quedabas durante unos segundos enfrente de ellos era como para morirse.<br />Ellos nos pusieron en contacto con Jan, un americano que lleva viviendo en PNG cerca de tres décadas y que se va todos los sábados a hacer submarinismo con su pequeña lancha. Nuria aprovechó para hacer una inmersión con él pero yo, que sigo sin meterme en este mundo del submarinismo, me quedé en la superficie haciendo snorkelling.<br />Anna y Albert, con los que no paramos la pata, nos acercaron a un lugar que llaman “el agujero del mundo” a unos 40 kilómetros al norte de Madang, en donde se puede pasar de una piscina natural interior hacia el mar a través de un pasadizo submarino de unos cuantos metros. El paisaje durante el camino es espectacular, miles de cocoteros al lado de la carretera y el mar de fondo.<br />El último día nos fuimos con ellos y todos sus amigos de barbacoa a la isla de Krangket, otra islita a escasos kilómetros en bote de Madang. Allí había una pequeña parrillita y nos pusimos las botas a comer hamburguesas y salchichas y a darnos un refrescante bañito de vez cuando en la playa de agua de color turquesa.<br />Por las noches nos íbamos a cenar a algún restaurante o nos quedábamos en casa hablando y cenando en un ambiente realmente agradable. La verdad que he de decir que la acogida que nos hicieron Anna y Albert, fue como sentirse de nuevo en casa. Hasta un pequeño detalle como los cafés matinales (con una cafetera de verdad) era algo que a mi me sabia a gloria. Para alguien que lleva más de diez meses viajando, que te hagan sentir así es algo que no se puede agradecer con palabras pero aún así... ¡muchísimas gracias de todo corazón!.<br /><br /></span></p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-54823200110258753182009-02-22T08:00:00.001+00:002009-02-22T08:00:00.988+00:00Wewak<p align="justify"><span style="font-size:130%;">Wewak es un sitio relativamente tranquilo pero en el que la gente no para de advertite sobre la presencia constante de carteristas y maleantes que bajan desde las tierras altas. De día es un sitio muy agradable, con un mercado muy bien abastecido con los productos que vienen de las tierras altas y con las características sombrillas de colores que utilizan aquí para protegerse del sol y de la lluvia. De noche sin embargo, como casi todas las ciudades de PNG las ciudad sufre una transformación y es mejor no salir y quedarse en el hotel para no correr riesgos innecesarios.<br />Nosotros llegamos al atardecer y en la guesthouse no tenían sitio. La dueña, después de ver la hora que era y de pensárselo dos veces, nos ofreció un alojamiento en una de las alas que estaban reformando y que tenía todos los materiales de obra en el suelo.<br />Nosotros nos pasamos toda la noche charlando con el dueño del hotel (Gabriel al igual que nuestro amigo canadiense) y con algunos de los inquilinos; ellos estaban interesados en ver la ceremonia de investidura de Obama así que nosotros nos fuimos a dormir. Él nos dijo, pueden cerrar la puerta desde el interior y dejar la de la calle abierta que así puedo entrar. Yo andaba desvelado así que estaba oyendo música. De pronto a las 3 de la mañana empezamos a oír un ruido fortísimo en las paredes. De pronto la pared de madera se abrió y apareció a través de ella Gabriel como si fuera el mismísimo increíble Hulk. Se tropezó con la mochila de Nuria, se cayó al suelo (yo creo que también llevaba un par de cervezas) y sin mediar palabra se metió en uno de los cuartos a dormir. Lo más curioso del tema fue que al día siguiente estuvo hablando otra vez con nosotros y no comentó ni palabra del asunto, como si fuera algo absolutamente normal.<br />Tuvimos algún problema para conseguir plaza en los barcos que iban con dirección a Madang porque los estudiantes están volviendo a la universidad para retomar sus estudios después de las vacaciones de Navidad así que al final sólo conseguimos plaza en primera clase. Esta vez el barco si iba hasta los topes, los pasillos eran simplemente intransitables.<br />Llegamos bien entrada a nuestro ultimo destino en PNG, la ciudad de Madang que es para ellos la ciudad más bonita del país.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-85195138913685630272009-02-19T08:00:00.001+00:002009-02-19T08:00:02.108+00:00Kambaramba (segunda parte)<div align="justify"><span style="font-size:130%;">Al día siguiente nuestros "guardaespaldas" Wax y Max nos llevaron en paseo por canoa a un lago cercano donde los pescadores van todas las noches y hasta bien entrada la mañana para tratar de capturar sus presas. Salimos a las 7 de la mañana y se imaginarán la tranquilidad de ir remando en canoa por el lago, disfrutando del paisaje y los sonidos de los animales en los pantanos cercanos.<br />El Sepik es un autentico paraíso para un ornitólogo. Las águilas pescadores sobrevolando a cientos el río, las garzas blancas revoloteando alrededor de las orillas y muchísimas otras especies de aves que no dejan de aparecer por el horizonte.<br />Era domingo así que por supuesto, durmiendo en la iglesia y con los pastores no nos quedó más remedio que asistir a misa. La primera hora (si, si, duró nada menos que tres horas...) se la pasaron cantando y tocando la guitarra y los tambores, tocando las palmas y rezando en estado de trance. Luego "asistimos" al sermón y a más rezos y cantos.<br />Después del servicio nos metieron otra vez en la canoa para ver el Río negro que es un ensanchamiento del Sepik . La presencia de limos en suspensión producen que el agua se quede de color totalmente negro. Las casas aquí están construidas sobre pilotes en el agua y van construyendo dos o tres niveles sucesivos para poder subir hasta el último en caso de que la crecida sea demasiado importante.<br />La última tarde en Kambaramba nos la pasamos jugando con los niños del pueblo, recordando todos aquellos que tanto Nuria como yo jugábamos en nuestra niñez. Casi tres horas jugando al prisionero, al pañuelo, al escondite inglés, a las carreras de sacos... Tanto los niños como nosotros lo pasamos genial esa tarde. Les aseguro que las risas de estos niños es algo que cualquiera que venga a Papua Nueva Guinea no podrá olvidar durante el resto de su vida.<br />Una vez más tuvimos que seguir nuestro camino con gran pena y volvimos a la mañana siguiente remando en canoa hasta Angoram y así pasar un par de días más con la familia de Peter Kone. Éllos una vez más nos trataron como reyes y a la hora de irnos al día siguiente aparecieron con muchísimos regalos, bolsos típicos del Sepik, tallas de madera, pulseras...<br />la verdad que no me cansaré de decir que la hospitalidad de los papuos es simplemente maravillosa. Nos despidieron en la carretera y no pudimos evitar sentirnos terriblemente tristes... que gente dios mío!!</span></div>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-5439389255703348342009-02-16T08:00:00.000+00:002009-02-16T08:00:02.123+00:00Kambaramba (primera parte)<p align="justify"><span style="font-size:130%;">El bote desde Angoram hasta Kambaramba tardó solamente 30 minutos. Nada más desembarcar nos recibió otro pastor, Max que nos ofreció alojamiento en la iglesia del pueblo que como todas las viviendas de esta zona está construida con madera de sego y que básicamente son casas abiertas, sin paredes y ancladas sobre postes para evitar en la medida de lo posible las crecidas del río. Los techos están también fabricados con hojas de sego entrelazadas.<br />Enseguida apareció una tropa de chiquillos sonrientes que nos rodearon y que no se separarían ni un momento de nosotros mientras estuvimos allí. Aquí no están muy acostumbrados a ver extranjeros y la verdad que en este lugar uno se puede sentir realizado como payaso. Todos los chicos se sentaban en corro alrededor mío y se partían de risa con cada una de las tonterías que yo les hacia.<br />La vida aquí es muy tranquila y todo gira alrededor del río. Los únicos productos que tienen en la época de lluvias en la que las tierras de los alrededores se convierten en pantanos son pescado y el jugo del sego hervido, que por cierto incluso para una persona de buena boca cómo yo es de un sabor realmente desagradable. Esa tarde nos llevaron en canoa hasta otro de los pueblos cercanos, donde nada más llegar nos recibió una tropa numerosísima de niños que iban corriendo detrás de nosotros, a ver si les hacíamos una gracia o para posar en la foto. Muchos de ellos andan desnudos y desde los 4 o 5 años los ves conduciendo las estrechas canoas a lo largo del río. Pero también tienen las barriguitas hinchadas por la presencia de parásitos y la mala alimentación y además como todos los lugares aquí son una inmensa factoría de mosquitos, casi todos ellos padecen una media de 3 o 4 veces al año la malaria.<br />Nosotros hemos tomado precauciones con los mosquitos, pero aun así es imposible evitar que te piquen. No es suficiente el uso de repelente, el cuerpo totalmente tapado, la mosquitera para dormir por la noche; al final siempre descubres que te terminan picando así que aquí lo único que se puede hacer es llevar un tratamiento de choque para usarlo en el caso que tengas mala suerte y empieces a sentir los efectos de la enfermedad.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-88878940702777687602009-02-13T08:00:00.001+00:002009-02-13T08:00:00.976+00:00De camino al río Sepik<div align="justify"><span style="font-size:130%;">Al día siguiente tuvimos la suerte que había un barco en dirección a Wewak (solo sale una vez cada dos semanas) así que compramos un ticket para ir en cubierta en un trayecto que duraría 14 horas. Los barcos son bastante pequeños y están bastante concurridos. Hay varias (calurosas) cubiertas pero cuando el ferry va completo la gente aprovecha cada uno de los recovecos para encontrar un sitio donde poder echarse a dormir.<br />A nuestro lado había una chica que tenia de mascota un perezoso; no es la primera vez que nos tropezamos con animales domésticos como canguros de los árboles o también algún casuari (algo parecido a un emú pero más pequeño) correteando por el mercado de Vanimo. Papua tiene todavía una naturaleza exuberante y salvaje con una fauna y una flora absolutamente impresionantes, incluso muchos de los territorios selváticos permanecen aún inexplorados. Llegamos por la mañana a Wewak, una población un poco más grande que Vanimo.<br />En Jayapura habíamos conocido a Jeffrey, un amable guineano que estaba en el hotel de Nuria y que nos había ayudado con algunos contactos en Papua Nueva Guinea. El no nos había dicho nada, pero cuando empezamos a contactar con la gente que nos había dicho resultó que todos eran pastores de la Iglesia de Pentecostés. Nos dimos cuenta que había removido cielo y tierra por ayudarnos cuando Nuria se puso a hablar con una pareja en el barco y resultó que eran amigos de Jeffrey y que el les había dicho que nos echaran una mano al llegar a Wewak. La pareja nos acompañó al banco, a las oficinas de las compañías marítimas (para buscar nuestro siguiente desplazamiento hasta Madang) y hasta a buscar el transporte para llegar hasta Angoram, en la ribera del río Sepik.<br />La manera de moverse por carretera aquí es a través de PMV (public motorized vehicle) que son camiones con asientos a los lados y que también suelen ir hasta la bandera. Los papuos del Sepik que vienen a Wewak llenan el transporte de cajas con cervezas, comida y todo lo que encuentran en Wewak y no se puede encontrar en sus villas. Cuando empieza a llover corren un techo de plástico con lo que se hace la penumbra dentro del camión.<br />El trayecto hasta Angoram es de sólo 4 horas pero se hacen bastante pesadas porque la carretera es muy mala y además, con tanta carga en el camión no se pueden ni estirar las piernas. Nuestro destino era la casa del Pastor Peter Kone. Nosotros estábamos casi seguros que Jeffrey no lo había podido avisar previamente (no había teléfono en el país desde que nosotros llegamos) así que cuando el PMV soltó nuestras mochilas en su casa pudimos ver la cara de sorpresa de Peter. Enseguida le dijimos quien nos había mandado y como nos habíamos puesto en contacto con él y su cara se relajó; nos ofreció alojamiento en un pequeño cuartito que tenía en su casa. La acogida que nos hicieron fue simplemente increíble. Geraldine, su mujer, nos dio de comer como reyes, verduras, arroz y pescado. Aquí no hay electricidad y por la noche la gente se reúne después de la cena al lado del fuego para hablar un rato o jugar a las cartas. Al día siguiente Peter nos acompañó hasta el mercado para buscar con éxito a la familia de Jeffrey, que nos llevaría hasta su pueblo, Kambaramba. Lo único que nos pidieron fue que pagáramos la gasolina del bote, que por cierto aquí es un bien muy preciado y extremadamente caro. Peter además le dijo a un compañero pastor que nos acompañase y cuidara de nosotros y la verdad que los dos días que estuvimos con ellos siempre estaba allí, pendiente de cada uno de los detalles. </span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-35452957905288821732009-02-09T08:00:00.000+00:002009-02-09T08:00:01.068+00:00Vanimo<p align="justify"><span style="font-size:130%;">Ciertamente, el primer vistazo a PNG es el un lugar bastante primitivo. Todos los diseños son muy simples : las tiendas y supermercados que hay en la ciudad parecen sacados del túnel del tiempo y la carteleria no parece hecha para que llame la atención de potenciales consumidores.<br />Vanimo es un pueblo muy pequeño, apenas 4 calles la recorren pero también esta jalonada por playas de arena blanca. La mayoría de la población esta desempleada y se pasan horas y horas sentados en el pretil de la acera viendo las horas pasar. Las guesthouse aquí nos parecieron increíblemente caras, sobre todo con respecto al servicio que ofrecen. El hospedaje más barato en el centro del pueblo nos costó casi 40 euros lo que comparado a los 3 euros y poco que pagaba al otro lado de la frontera es un autentico shock para un viajero de bajo presupuesto.<br />La cultura de Papua es bastante ruda; las luchas tribales que siempre han abundado aquí han generado un clima de tensión continua y muchas riñas entre ellos que en muchas ocasiones acaban bastante mal. A esto tampoco ayuda mucho la afición de la gente a beber todo lo que le ponen por delante. El segundo día por ejemplo, vimos un círculo de gente alrededor del mercado y luego un policía amigo nos contó que había ocurrido una lucha entre dos clanes con el resultado final de 8 personas heridas... y eso que Vanimo es una de los lugares más tranquilos y seguros de toda Papua Nueva Guinea. No me quiero ni imaginar como será Port Moresby, la capital del país, de la cual se dice que es una de las ciudades más peligrosas del planeta.<br />Al día siguiente, de camino al único banco que hay en el pueblo tuvimos la suerte de tropezarnos con Gabriel, un canadiense que esta trabajando como voluntario para una ONG que trabaja con educación sobre el Sida, una de las plagas de PNG. El nos ofreció un colchón para quedarnos en su casa, a solo 30 metros de la magnífica playa de Vanimo. Por la tarde nos íbamos con el y unas máscaras de buceo a hacer un poco de snorkelling por los corales que rodean la playa y por la noche nos reuníamos alrededor de una cerveza con sus amigos papúos, Morine y Charles y sus cuatro hijos.<br />Cuando ves a Charles, una persona muy tranquila y que va con su familia a todas partes no puedes ni sospechar que es uno de los tipos duros del pueblo. Fue hasta divertido escuchar sus historias, entre ellas aquella en la cual le pegó un directo a un policía ebrio y se quedó con tres de sus dientes en la mano y aun así decía que el agente le termino pidiendo perdón. El nos dijo... no tienen nada que temer, la gente les ha visto conmigo y no se van a atrever a ponerles un dedo encima. Gabriel y yo nos acordamos de la película "atrapado por su pasado" cuyo titulo en inglés es "Carlito's way". Así pues a Charles lo empezamos a llamar a partir de entonces, con su beneplácito, Carlitos. Sin embargo lo cierto es que todo el mundo que nos encontramos por la calle te quiere ayudar, te llevan de aquí para allá, y siempre te saludan muy amistosamente.<br />Morine nos preparó para la última noche una cena con comida típica de PNG que básicamente consiste en vegetales, maíz y batata cocidas en agua de coco. Nos fuimos por la mañana a hacer la compra al mercado donde abundan algunos vegetales y frutas absolutamente desconocidas para nosotros y por la noche estuvimos largo rato hablando con ellos. Una vez más nos dimos cuenta que hasta que no quedase una sola gota de alcohol en la casa, ellos no abandonan...</span></p>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-18078451364011726512009-02-04T08:00:00.000+00:002009-02-04T08:02:49.797+00:00Hasta pronto Indonesial<p align="justify"><span style="font-size:130%;">De vuelta en Jayapura dedicamos el día a terminar de preparar nuestra salida hacia Papua Nueva Guinea. Antes de salir hacia Wamena habíamos dejado nuestros pasaportes en el consulado de ese País en Jayapura, así que a la mañana siguiente de volver de Wamena fuimos a recogerlos. Parece ser que hemos tenido suerte porque este consulado suele ser bastante impredecible y a veces tardan muchísimo tiempo en conceder los visados. Una vez con nuestros pasaportes de nuevo en nuestras manos nos faltaba el último paso: proceder a poner nuestro sello de salida en la oficina de inmigración de Jayapura. Ya nos había advertido un señor australiano que vive en PNG que la corrupción en esa estación de policía campa por sus anchas, así que cuando vieron la visa en frontera de Nuria, empezaron a ponernos problemas: que si la regulación de la visa era diferente que la mía, que tenía que volverse a Jakarta, bla bla bla... y que para solucionarlo había que preparar unos "documentos" que eran muy costosos. En vista que no nos quedaba más remedio que transigir, tuvimos que empezar a regatear con los policías y a pesar de que hicimos una interpretación magistral, la de los agentes de frontera fue aun mejor y digna de recibir un globo de oro. Al final acordamos el "punto medio" para el chantaje, nos prepararon los papeles (es decir, pusieron el sello de salida) y pudimos partir hacia la frontera.<br />Resulta bastante complicado llegar hasta Papua Nueva Guinea en transporte público. Las relaciones entre Indonesia y PNG son tradicionalmente nefastas porque este último país ha apoyado de forma encubierta las aspiraciones independentistas de Papua Occidental; por tanto no hay ni vuelos ni barcos entre los dos países. Así pues tuvimos que coger un taxi privado a un precio desorbitado que nos llevó en hora y media a la frontera.<br />Lo primero que te das cuenta al entrar en Papua Nueva Guinea, de relativamente reciente independencia de Australia (hace solo 33 años) es que prácticamente todo el mundo habla inglés lo que facilita mucho las cosas con respecto a Indonesia. Los idiomas oficiales aquí son el ingles y el Pidgin que es una curioso dialecto del anterior. Lo siguiente que captas es que la suciedad y el tráfico que encuentras en Jayapura desaparece como por arte de magia. La sensación es muy extraña porque hasta el mar parece que tiene un color diferente, mucho más azul e intenso y en las costas se suceden las playas de arena blanca a solo 20 metros de la carretera que te dirige hasta Vanimo.<br />Yo le he prometido a Nuria que si ella venia conmigo a PNG la acompañaría de vuelta a Indonesia así que nada más llegar a Vanimo nos fuimos al consulado para tramitar nuestra nueva visa para volver al país vecino. Al final el mes que tenía pensado para ir a Australia lo dedicaré a recorrer de nuevo Papua, plan que me agrada incluso más porque he de decir que Indonesia es un país que tiene muchísimo y muy bueno que ofrecer a un viajero.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-12199009227123188762009-02-02T08:00:00.001+00:002009-02-02T08:00:02.111+00:00Algunos asuntos económicos (IV)<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Sigo camino y gestionando el presupuesto. Alguno me ha preguntado anteriormente que como llevo el control de mis gastos en este viaje. Pues bien, antes de comenzar el recorrido, me había fijado en el apartado de finanzas que puso Megan (lo tengo en un link en el lateral) en su blog y resultó tremendamente útil para planificar mis gastos. Me propuse hacer una hoja de calculo para ver lo que pod</span><span style="font-size:130%;">í</span><span style="font-size:130%;">a y lo que no podía gastarme con el presupuesto inicial que me habia pensado. Por supuesto, hay formas más sencillas de hacerlo pero...</span><br /><span style="font-size:130%;">De resultas, hasta la fecha en la que escribo esta entrada (11 de enero), me he gastado en ruta la suma de 6.239 euros en 10 meses de viaje. A esto he de añadir 1.022 euros que me gasté antes de la partida, fundamentalmente en el seguro de viaje, vacunas, guías de viaje y los billetes de avión desde Tenerife a El Cairo. También he puesto fecha de caducidad a este viaje con mi vuelo de vuelta </span><span style="font-size:130%;">desde Manila, la capital de las Islas Filipinas a Madrid </span><span style="font-size:130%;">para el día 20 de marzo. Esto me costó 516 euros más. En total hasta la fecha he gastado la redondísima cifra de 7.777 euros.</span><br /><span style="font-size:130%;">Desde la última vez que escribí se me ha disparado, como tenia previsto, el capitulo de billetes de avión. Entre Malasia e Indonesia ya he comprado 7 tickets, ya que sobre todo en Papua es prácticamente la única manera de moverse con soltura. De cualquier manera, los precios de los billetes en el Sudeste de Asia son bastante razonables ya que entre todos ellos me he gastado menos de 400 euros. Si añado vuelos anteriores he gastado 789 euros en este concepto.</span><br /><span style="font-size:130%;">Malasia y Tailandia para mi fueron sitios razonablemente económicos aunque ni de lejos tanto como India, Pakistán o Bangladesh, que fue el sitio más barato hasta la fecha. Indonesia es muy barato, casi siempre puedes comer un buen plato de comida (en un restaurante local) por alrededor de un euro. Eso si, si te vas a una pizzería en Bali, la comida te puede salir fácilmente 6 veces más. Mi media en gasto de comida en este viaje ha sido de 4,70 euros al día.</span><br /><span style="font-size:130%;">En Papua Nueva Guinea no he estado aún (partiré mañana día 12) pero es con seguridad el destino más caro de este viaje, con precios que superan en muchos casos los que puedes encontrar en Australia.</span><br /><span style="font-size:130%;">Mi contador de horas en los distintos medios de transportes va ya por 910 horas de viaje. Esos desplazamientos me han costado 1.122 euros, el segundo cap</span><span style="font-size:130%;">í</span><span style="font-size:130%;">tulo más importante después de la comida. En hoteles que es el cap</span><span style="font-size:130%;">í</span><span style="font-size:130%;">tulo en el que más intento ahorrar, he conseguido que para 307 noches, solo haya invertido 1.040 euros.</span><br /><span style="font-size:130%;">Todos estos ahorros en hoteles los invierto luego en actividades que me permiten disfrutar del viaje.</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-65816298552406504862009-01-29T08:00:00.000+00:002009-01-29T08:00:01.349+00:00De trekking en el valle de Baliem<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Al día siguiente nos levantamos temprano para irnos en transporte público hasta el punto de comienzo del trekking, un enorme deslizamiento de tierras que destruyó la carretera que llevaba hacia las villas del otro lado.<br />El paisaje del valle es bastante abierto, no queda mucha vegetación de la selva que un día cubrió estos terrenos y que ha sido sustituida por cultivos. Después de 3 horas de caminar llegamos a nuestro primer destino, unas casitas de estilo Dani con techos cónicos construidos con unas gruesas hierbas altas que entrelazan. La verdad es que la simplicidad con la vive esta gente te deja un poco aturdido: no hay más vida que levantarse por la mañana a trabajar en los campos de batatas y por la tarde noche, cocinar, comer y dormir. La alimentación esta basada en la batata, cocidas a la piedra y acompañadas de las hojas hervidas de la misma planta. Claro que a mi me resultó exquisito, pero no es lo mismo venir aquí y comer uno o dos días que tener el mismo menú durante al menos 350 días al año. Las casas son tremendamente obscuras y como no tienen chimenea, el humo tarda bastante en salir por los resquicios de las paredes y el techo. En definitiva, el ambiente en el interior es un poco opresivo. En estas villas, la gente esta condenada a no salir de allí, muy rara vez pueden proporcionar educación a sus hijos y cuando lo hacen es tan tarde que ya no pueden coger el tren para conseguir un trabajo digno.<br />Al mismo lugar que nosotros llegaron 3 rusos, Katia, Nina y Yuri que por lo que pudimos ver (aunque en aquel momento no nos dimos cuenta del por que) estaban bastante contentos de vernos. Luego nos daríamos cuenta de la calaña del guía que les acompañaba y comprendimos. Aquella noche la pasamos con ellos, cenamos y Katia, muy simpática por cierto, nos enseñó a jugar al Durak, un juego de cartas de su país.<br />Al día siguiente los cinco y nuestros correspondientes guías seguimos camino hasta el siguiente destino. Los danis son muy simpáticos y tremendamente hospitalarios; al principio parece que te están mirando serios, pero luego, desde que les dedicas una sonrisa o les dices algo, te muestran esa risa que ya en nuestros países es ciertamente difícil de encontrar. Tuvimos oportunidad en el camino de pegarnos nuestros buenos baños en los ríos, comer con ellos e incluso a la llegada a la villa nos echamos unas partidas de voley (les encanta) en una red que tenían montada en medio de la pradera. Esa noche nos despedimos de nuestros compañeros rusos que emprendían la vuelta, por supuesto como no podía ser de otra manera con un poquito de vodka y jugando de nuevo a las cartas.<br />La última noche la pasamos en una casa dani siendo atacados por chinches que pusieron muchas decenas de marcas más en mis ya de por si masacrados pies. No nos quedó más que la vuelta al día siguiente hasta Wamena.<br />Sin duda, desde mi punto de vista, vale la pena venir aquí...<br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-20724930807303051592009-01-26T08:00:00.001+00:002009-01-26T08:00:01.378+00:00Las tierras altas de Papua<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">El valle Baliem es la zona más accesible de las llamadas tierras altas del centro de Papua (por no decir casi la única) lo que lo convierte en un sitio relativamente turístico. Nuria y yo llegamos al aeropuerto de Jayapura para coger nuestro vuelo hacia Wamena, la capital del valle. Como no hay carretera hasta allí, la gente aprovecha para cargar todo lo que puede en el avión y luego venderlo allí a precios realmente astronómicos, casi siempre llegan a ser 3 y 4 veces los de Jayapura. El encargado de la pesa de la compañía no paraba de meter sacos de arroz, cajas de agua y miles de cosas. Llegamos a nuestro destino sobrevolando el interior de la Isla en donde se puede ver el intacto verde de la selva y los serpenteantes ríos de color marrón recorriéndola.<br />En Baliem habitan varias tribus aunque el valle esta dominado por los Danis. En general Wamena esta “bastante” modernizado, nada más llegar al aeropuerto empiezas a ver a la gente con sus rastas (les encantan), sus camisetas del Chelsea o del Real Madrid, pero también entremezclados algún viejito caminando desnudo y solo con su koteka (una especie de calabaza que se ponen en ejem... sus partes).<br />Nada más llegar nos encontramos con John, un guía con el que, después de una dura pugna, llegamos a un acuerdo para irnos de trekking durante 4 días. Aunque ya saben que a mi no me gusta demasiado ir guiado, aquí no queda más remedio que acogerte a sus reglas. Esa tarde nos dedicamos a dar una vuelta por el mercado de Wamena, un lugar absolutamente colorista y que esconde sorpresas en cada esquina. La tarde y la cena la pasamos con otros dos divertidos madrileños, Juan Carlos y Fran preparándonos para salir de caminata al día siguiente.<br />He de decir que lamentablemente sigo sin poder cargar fotos en la red y creo que seguirá siendo así hasta que salga de Papua, en aproximadamente mes y medio más. Compensaré posteriormente subiendo más a los álbumes de Picasa.<br /><br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-80199547632612941412009-01-22T08:00:00.000+00:002009-01-22T08:00:03.365+00:00Esperando en Jayapura<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Después de muchos amagos durante mi viaje, mi amiga Nuria, a la que conocí en Torres del Paine, Chile, en el año 2004 y con la que desde entonces mantengo una muy buena amistad, se decidió por fin a venir a verme y la suerte eligió nada menos que fuera a un destino como la Isla de Papua. Yo tenía billete comprado así que decidí quedarme tranquilo a esperar en Jayapura, entre una cosa y otra nada menos que una semana; eso incluía el fin de año, del cual ya conté la historia en una entrada anterior.</span><br /><span style="font-size:130%;">La ciudad de Jayapura no es muy grande y esta encajonada en un valle absolutamente verde, pero el interior es bastante sucio. No hay más que darse un paseo hacia el río que lo atraviesa para ver un catalogo muy diverso de basura y contaminación. Sin embargo, es un sitio en el cual se puede comer bien, hay distintos tipos de restaurantes, generalmente regidos por gente de otras islas como Java o Sulawesi y en el que además la gente es muy amigable. Yo decidí tomármelo con paciencia, una vez me aposenté en el hotel Jayapura, el único lugar barato de la ciudad y uno de los lugares más cutres en los que me he quedado en todo el viaje, me dediqué a darme mis paseítos por la ciudad, ya sea para ir a comer, al supermercado, a recomponerme un poco o a jugar algunas partidas al ajedrez con algunos conocidos que había hecho por aquí. Aparte del fin de año, también me invitaron a alguna fiesta papúas que fueron de lo más auténtico. A esta gente les encanta bailar y unos y otros me sacaban a la pista. Para ellos aceptar es como un símbolo de amistad, así que me eché mis pasos con mucha gente: el misionero fondoncillo con barba, el cachitas de las fuerzas armadas que me tenía acogotado a enseñarme fotos de tanques y paradas militares en su móvil, el papúo de largas rastas, la mamá que parecía salida de “lo que el viento se llevó” y así un sinfín de gente. Aparte de hacerme pasar un buen rato, me ha gustado mucho además la tolerancia de esta gente con colectivos que en otros lugares están algo marginados.</span><br /><span style="font-size:130%;">El viernes, después de un largo viaje de 36 horas, aterrizó Nuria en Jayapura. Hasta el martes siguiente no nos iremos al Baliem Valley así que estos días me he dedicado a irla introduciendo de manera gradual a las costumbres de aquí, que sobre todo en lo gastronómico requieren un cierto tiempo de adaptación para soportar los picantes y algunos sabores a los que no estamos muy acostumbrados en España.</span><br /><span style="font-size:130%;">Después de una semana aquí ya era un personaje bastante integrado en la ciudad...</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-83850800775486191552009-01-19T08:00:00.000+00:002009-01-19T08:00:02.288+00:00De vuelta con mis amigos indonesios<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Yo tenía ya suficiente Toraja (al final estuve como 10 días) y ganas de moverme de allí así que me volví de vuelta con Danu y Dian hacia Makassar. Después de llegar a la ciudad, me llevaron a casa de sus amigos, que nos estaban esperando para cenar. La mayoría de ellos son arqueólogos (o finalizando sus estudios) pero también alguno de ellos es periodista como Dian; una vez más sentí que me trataron genial. Pensábamos coger un autobús para irnos hacia el sudeste, aunque fuera solo por aprovechar el día, pero cómo nos pasamos un buen rato hablando y comiendo se fue haciendo demasiado tarde; ellos estaban preocupados por una zona a la que llaman el punto negro porque hay bastantes asaltos a coches y autobuses en la carretera. Al final alquilamos un coche para bajar hasta la costa. Yo no me lo creía cuando me dijeron que íbamos a empezar a conducir a la una y media de la mañana, así que me eché una corta cabezada de media hora antes que me despertaran. Antes de partir, hicimos una parada para probar (a las 2 de la mañana) un plato típico de Sulawesi que se llama Song Kolok y que es una extraña mezcla entre arroz, coco y pequeños pescaditos fritos. En cierto modo me recordó a ciertas andanzas nocturnas con mi hermano para acabar (aunque aquí empezábamos) comiéndonos un bocadillo en la CPT de Las Palmas.<br />Después de conducir durante más de 3 horas llegamos a la zona de Bira que es famosa en Sulawesi porque aquí están los mejores constructores de barcos de madera al estilo tradicional. Todo el pueblo trabaja en eso, ya sea en la construcción del barco o en la recogida de algas para calafatear el bote. Aún mejor fue un sitio al que nos llevo Barak, uno de los amigos de Danu y Dian, donde se construyen grandes barcos de madera en un entorno absolutamente increíble, dentro de una playa de arena blanca y de mar de color turquesa. Todo se hace absolutamente a mano, desde cortar las maderas, formar el esqueleto del barco hasta los últimos estadios de lijado del barco. Me acordé de una vez que hice una maqueta de un barco y el trabajo ímprobo que me costó, así que verlos trabajando en un bote de 20 metros de largo, cuidando cada uno de los detalles fue impresionante.<br />Seguimos nuestro recorrido hasta la playa de Bira, situada al sudeste de esa zona de Sulawesi. La playita, aunque bastante sucia como suele ser bastante habitual en Indonesia, a primera vista es muy bonita. Sin embargo el problema es que para darte un baño en condiciones, tienes que llegar hasta la barrera de coral que rodea la playa (unos 50 metros) y hasta llegar allí la profundidad máxima es de solo 30 o 40 centímetros. Así tienes que caminar como puedas sobre los hirientes corales hasta llegar a un lugar donde poder sumergirte un poco en el mar. Entre una cosa y otra sumada a una paradita para comer, se nos hizo la tarde e iniciamos el retorno a Makassar. Una vez más cenamos en su casa y después dimos una vuelta por la ciudad, con lo que vi sitios que no había visto la otra vez que pasé por aquí. Al final me dijeron que no me podía ir sin probar una bebida típica de Sulawesi (lo siento pero no me acuerdo del nombre) y que es una mezcla tan explosiva como te, jengibre y huevo, una auténtica bomba energética. Me tuve que despedir de ellos porque tanto yo como Dian seguíamos camino hacia el aeropuerto; ella de vuelta a Java y yo en sentido contrario, hacia la isla de Papua. Ha sido una semana genial, con muy buena compañía de Indonesios.</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-4166729764798441672009-01-15T08:00:00.000+00:002009-01-15T08:00:01.865+00:00Más Tana Toraja<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Al final decidí quedarme a pasar las Navidades en Tana toraja por varias razones. La primera porque es una de las pocas zonas cristianas de Sulawesi y al menos aquí podía sentir que había algunas luces para celebrarlo en las calles; pero sobre todo por que llevaba mucho trote en el cuerpo y me apetecía estacionarme durante un buen tiempo en un lugar donde a la vez pudiera estar tranquilo y entretenido.</span><br /><span style="font-size:130%;">Yo me había quedado fascinado con los funerales de los torayas y estos días se iba a producir una de las ceremonias más importantes de los últimos tiempos, de esas en las que según su escala de medición (en número de búfalos sacrificados) ascienden a más de 100. </span><br /><span style="font-size:130%;">A los extranjeros siempre nos dan la bienvenida a los funerales, así que me compre un cartón de tabaco para ofrecerselo a la familia y me fui sólo hacia allá. A la entrada del enorme recinto que habían construido para celebrar el funeral, me encontré con Dian, una periodista de Yogja. Ella ya conocía a la familia del difunto, así que nos sentamos directamente con ellos. La acción en los funerales, aunque no paran de suceder cosas, transcurre bastante lenta. Por ejemplo, ese día estaba previsto traer un enorme monolito que cargaron entre 60 personas para plantarlo, en memoria del difunto, a la mitad de la plazoleta central. Por la tarde organizaron una pelea de búfalos en una pradera cercana, que por cierto son de lo más divertido. La multitud se coloca en los alrededores y los dueños de los animales los van trayendo en parejas para ver si al final estos pacíficos animales acaban dándose unas cornadas. Mientras tanto los apostadores circulaban alrededor mía intercambiándose en función del resultado los billetes entre las manos. A veces, después de pelear, uno de los búfalos salía en estampida y la gente que estaba cerca comenzaba a correr cómo posesos hacia un lugar seguro; otras el vencedor salía también en persecución de su contrincante y venían corriendo por la carretera mientras todo el mundo ponía pies en polvorosa; algunos pocos, incluyendo algunos policías de trafico, intentaban hacerlos volver a su calmado estado natural. Estuve yendo varios días a este funeral, acompañé la procesión en la que traían al difunto, pasaba el tiempo charlando con la gente en las villas y gracias a Dian, que muchas veces hacia de traductora, me enteré bastante bien de las motivaciones de tan antiguas tradiciones.</span><br /><span style="font-size:130%;">El día de los invitados es sin duda un momento de gran espectáculo. Los grupos de las villas cercanas van trayendo sus ofrendas, ya sea un cerdo o un búfalo y cada vez que aparecen, la familia les acompaña a dar la vuelta al recinto. A todo esto, a cualquiera que venga le ponen su plato de comida y bebida. En realidad es lo que dije la otra vez, como una inmensa fiesta pródiga en pomposidad y por cierto un enorme despilfarro de dinero. La familia nos comentó que el funeral les había costado alrededor de unos 5 billones de rupias, que al cambio son nada menos que unos 360.000 euros... ¡toma ya!.</span><br /><span style="font-size:130%;">En este funeral, dada su importancia tambien bailaban la danza de la guerra y había algunos ejemplares de búfalo que eran simplemente increíbles, con cuernos que yo creo rozaban el metro de largo.</span><br /><span style="font-size:130%;">Ya he comentado que me parece increíble el funcionamiento de esta sociedad en tanto en cuanto si eres alguien importante, absolutamente todo el mundo trabaja gratis para la celebración del funeral. Otro detalle que me sorprendió, es que si vas a saludar al jefe del clan, no puedes hacerlo nunca desde un nivel superior; es decir, si él está sentado, tú tienes que hacer lo mismo; lo contrario está muy mal visto en Toraja.</span><br /><span style="font-size:130%;">La nochebuena, que me tocó aquí también la pase con Dian y Danu, su compañero de trabajo y también procedente de Yogja. También se vino con nosotros a cenar y a celebrarlo con un par de cervezas Félix, un español que nos encontramos en la ceremonia, con lo que esa noche, que hasta este año siempre había pasado con mis padres y mi familia, se me hizo bastante más llevadera. Sin embargo, en las calles no hay ninguna animación, la gente se queda en casa y no salen en toda la noche, así que despues de cenar me despedí de mis amigos y regresé a dormir a mi hotel.</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-73796926861447617522009-01-13T08:00:00.000+00:002009-01-13T08:00:01.058+00:00... Y de boda<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Al día siguiente me despedí de Davide y su novia Sara y seguí con mi ruta por el interior de Toraja. Yo iba a coger los pete pete pero Jeffrey me dijo que iba en la misma dirección y que si quería (por una módica cantidad) me llevaba hasta Batutumonga. Yo aproveché y me subí a lomos de su motocicleta. Los viajes por el interior de Toraja son un espectáculo, los tongkonan, los campos de arroz, las pequeñas villas, es un auténtico regalo para la mirada. El me llevo primero hasta una zona de tumbas, Loko mata. Las puertas que dan acceso a las cuevas donde se encierran a los muertos están generalmente ricamente decoradas, las puertas labradas y ocasionalmente cabezas de búfalos en su exterior. Jeffrey me dijo que ese día se estaba celebrando la boda de unos familiares suyos y que si quería ir. Por supuesto le dije que sí y allí su familia me acogió como uno más de ellos. Casi nadie hablaba ingles pero el poco que manejaban lo utilizaban conmigo para darme conversación.<br />A la hora de comer se reparten unas hojas de papel donde te sirves el arroz, cerdo y vegetales y como no, a comer con las manos en lo que ya estoy hecho un auténtico especialista.<br />Igual que los funerales, para las bodas también se construyen plataformas alrededor de una zona central en la que, en un lateral están colocados los novios. También, como no se sacrifican cerdos... Allí me pase un buen rato hasta que la fiesta fue decayendo y la gente empezó a abandonar el lugar; cogimos la moto para seguir dando vueltas por el Norte de Toraja, a visitar más tumbas, con varias paradas a tomar cerveza de palma donde estaban sus amigos.<br />Un sueco que vino aquí de viaje y se acabo casando con una toraja y que conocí en Rantepao me contó la historia de porque en esta comarca la gente es cristiana y no musulmana. Me dijo que a los torajas les gusta tanto el cerdo y la cerveza que era la mejor salida. Visto lo visto, tengo que darle absolutamente la razón.<br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-61486626931351282652009-01-09T08:00:00.000+00:002009-01-09T08:00:01.675+00:00De funerales... (II)<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Antes de ir al funeral, me di un paseo matinal por el Bolu Market, el mercado de animales de Rantepao, el más concurrido de la región y en el cual se concentra la mayoría de las transacciones comerciales de uno de los bienes más preciados de la comarca: los búfalos. El precio que pueden alcanzar estos bóvidos en Toraja es desorbitado. Un búfalo albino, que son los que dan más prestigio a los funerales, puede alcanzar 200 millones de rupias o sea unos 14.000 euros. También hay manadas de cerdos a la venta, atados a entramados de bambú que desde luego no gustarían mucho a los defensores de los animales.</span><br /><span style="font-size:130%;">Me subí a la moto de Davide, junto a Darma y a Jeffrey, otro toraja que trabaja en el hostel y nos encaminamos a la villa donde se desarrollaría el funeral. Un día cómo hoy se esperaba el paso de cerca de 1.000 personas por el acontecimiento. La noche había sido lluviosa y la pista que subía hasta la zona del funeral estaba increiblemente resbaladiza. Por alli subía la gente, resbalándose y acarreando los cerdos para ofrendar al muerto, en cantidades que ni se pueden imaginar (calculo que al menos 150). Todas las plataformas donde se sienta la gente que algo tiene que ver, aunque sea remotamente, con el fallecido son construídas para la ocasión, con los tejados al estilo toraja y circundan la plazoleta central donde se van apilando los cerdos y los búfalos que van a ser sacrificados durante la ceremonia. Los chillidos de los cerdos son increíblemente agudos y mientras tanto un locutor con un micrófono va cantando: este cerdo procede de la familia tal, uhhhhh vaya búfalooo!!. El día de ofrendas, lo único que se sacrifican son cerdos, cuya carne es repartida entre todos los asistentes. Los torajas acogen a los extranjeros con gran hospitalidad; la familia de Darma nos dio de comer, arroz y cerdo y de beber (cerveza de palma) y cualquiera con el que te sentaras te ofrecía una taza de café o té. Estuvimos allí todo el día disfrutando de la fiesta, pues no es otra cosa que eso: una gran fiesta donde todos los presentes se divierten como si fuera un gigantesco picnic. </span><br /><span style="font-size:130%;">Al día siguiente volvimos al mismo lugar para asistir al tomate, que es como llaman aquí al sacrificio de los búfalos (si, si, no es broma). Previamente al sacrificio, el mismo locutor del día anterior, inicia una subasta para vender alguno de los búfalos antes que fueran degollados. El momento del sacrificio es tremendamente rápido, los 9 búfalos cayeron fulminados en menos de 2 minutos (todos fueron degollados al mismo tiempo) y la gente durante esos instantes parece que se vuelve loca de excitación. Ver como los pacíficos bufalos van cayendo a medida que se quedan sin fuerzas es un momento bastante gore y no apto para gente que no le guste la sangre. </span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-60650556466068948322009-01-07T08:00:00.000+00:002009-01-07T08:00:01.424+00:00De funerales... (I)<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">De Makassar cogí un autobus y llegué a Rantepao, el mejor lugar para explorar la increíble y muy antigua cultura de Tana Toraja. El trayecto es tremendamente escénico y diverso; vale la pena coger un autobús diurno (aunque sean 9 horas) para ver el paisaje. Pasando un pórtico que señala la entrada a la región empiezan a aparecer los primeros Tongkonan, las viviendas y graneros que, según diversas hipótesis emulan los barcos con los que los primeros pobladores de la región arribaron a Sulawesi. Llegué muy tarde y con tiempo justo de buscar algún alojamiento bajo la lluvia.<br />Antes que nada conviene hacer un esbozo breve sobre la cultura que rodea a la muerte en Tana Toraja. Cuando algún ser querido fallece, desde el dia siguiente la familia empieza a preparar su funeral. Sin embargo, estos funerales requieren muchísimo dinero pues el despliegue que se hace en ellos es auténticamente perturbador. En la cultura toraja existe además un fuerte arraigo de un sistema social fuertemente jerarquizado así que, en función de la situación social del fallecido, la ceremonia tiene que ser suficientemente pomposa para acompañar al muerto en ése su último viaje. Reunir el dinero necesario lleva frecuentemente entre 2 y 7 años. Se preguntarán que hacen con el difunto mientras tanto: pues bien, él sigue viviendo con la familia como si fuera uno más de los vivos. Cada día le ponen comida y bebida y lo tienen en uno de los cuartos de la casa dentro de su ataúd. Cuando llega el momento se celebra el funeral, que en algunos casos puede durar hasta un mes y se introduce al difunto en unas cuevas excavadas en lo alto de las rocas. Si además el fallecido es “suficientemente importante” le colocan una estatua de madera en una especie de balcones excavados en lo alto de enormes paredes de roca.<br />La mayoría de los funerales se suelen celebrar durante las vacaciones, en los meses de julio o diciembre, así que aquí estoy, en el momento justo.<br />Al día siguiente me fui a dar una vuelta por algunos de los muchos lugares que hay para darse una vuelta por los alrededores de Rantepao, Kete Kesu que es un lugar que conserva antiguos Tongkonan con inscripciones grabadas en madera y Lemo donde se encuentra uno de esos lugares donde se colocan las estatuas en memoria del fallecido. También me acerqué a Lemo, una de esas paredes donde las estatuas de madera de los muertos están como mudo testigo de la persona que fue.<br />Darma, el chico del hotel nos dijo a Davide (un italiano que está en el mismo hostal que yo) y a mi, que si queríamos ver un funeral, a la mañana siguiente era el funeral (el día de ofrenda) de unos familiares suyos, así que mañana iríamos con èl a la villa...</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-84085059841106430632009-01-05T11:58:00.001+00:002009-01-05T12:02:25.926+00:00Llegando a Sulawesi<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">El archipiélago de Sulawesi es uno más de los muchos de Indonesia. Salvo algunas zonas del norte (Manado) y Tana Toraja, la mayoría del archipiélago es musulmán y aquí es donde pasare la Navidad.<br />Makassar es una ciudad de aproximadamente un millón y medio de habitantes y además bastante extensa. No hay en general edificios altos y además hay muchísimas zonas sin construir en su interior. Ello hace que los desplazamientos por el interior de la ciudad sean bastante complicados y tediosos.<br />Nada más llegar a Makassar me di cuenta que la gente aquí es, como en casi toda Indonesia, tremendamente amable. Me encontré con Ian, una chica de la ciudad que me subió a coger los 3 pete pete (el correspondiente al bemo de Bali) precisos para llegar al centro de la ciudad y que me invitó a visitar los estudios de radio donde trabajaba.<br />En el hostal donde me quedé a dormir me encontré con Jorge, un español que lleva viajando y viviendo por estos mundos del Sudeste de Asia nada menos que dos años y medio (y principalmente en Indonesia). Me hizo gracia escuchar sus historias y ver cómo llevaba tatuado en el brazo el mapa de Indonesia así cómo observar que está absolutamente atrapado por las maravillas de este país. Aparte fueron de gran ayuda los dos días que pasé con él para aprender un poco más de como se manejan las cosas por aquí.<br />En Makassar no hay muchos sitios para ver: alguna mezquita y el fuertemente restaurado Fuerte Rotterdam que data del año 1545. Aparte de eso, algún paseo por el frente marítimo y por el puerto pueden ser también agradables. Eso si, parece una ciudad con una magnifica vida en la calle.<br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-9063998063853542032009-01-02T10:56:00.003+00:002009-01-02T11:13:49.583+00:00Fin de año surrealista<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Voy a dar un pequeño salto en el tiempo dejando para más tarde las entradas de Sulawesi (Lucas, las historias interesantes que te comenté eran de alli) para venir hasta el momento actual y contarles como fue mi fin de año en Jayapura, la capital de la mitad de Papúa perteneciente a Indonesia, lugar donde me encuentro en la actualidad.</span><br /><span style="font-size:130%;">Las calles de Jayapura no están muy iluminadas de noche pero en Nochevieja se visten de la luz que procede de los cohetes, absolutamente todo el mundo hace su contribución. Los niños se pasan toda la tarde-noche correteando por las calles y lanzando petardos que tienes que ir esquivando mientras los mayores estan lanzando voladores. También se montan hogueras y barbacoas en la calle para compartir carne con la familia y absolutamente todo el mundo está en la calle, al menos hasta las 12 de la noche porque luego todo se acaba.</span><br /><span style="font-size:130%;">Aun así, El ambiente no me terminaba de animar del todo, a pesar de que la alegría dominaba las calles yo andaba por ellas un poco desorientado y sólo pero al volver al hotel me encontré con Frans, un papuo que había conocido en la calle los días anteriores y que estaba sentado con su hermana Diana y su hermano Ibhran y que me invitaron a comer algo y a tomar un poco de la cerveza de palma típica de ellos.</span><br /><span style="font-size:130%;">Papua es el ecosistema de uno de las animales mas espectaculares del mundo, las aves del paraíso. Pues bien, los hermanos en cuestión tenían más pluma que dichas aves. </span><br /><span style="font-size:130%;">Por allí iba pasando gente saludando con el Selamat Tahu Baru (Feliz año nuevo) y parándose a tomar una cerveza o a fumarse un cigarrillo: el amigo que se llama Marley y que se paso toda la noche emulando al cantante que le dio nombre (sobre todo cuando su nivel alcohólico iba subiendo), un chico rapado al cero y con unas coletas en la parte posterior de la cabeza y mucha mucha gente. </span><br /><span style="font-size:130%;">Sacaron unas botellas de whisky con cola cola y seguimos bebiendo. Solo les digo que la mezcla era tan explosiva como una lata de refresco para toda la botella, asi que aquello daba un subidón que no veas. Yo ya no me callaba más y les dije... es que a mi... me gustan las mujeres. El Frans empezó a dar vueltas sobre si mismo... pero... cómo cómo? como puede ser eso? y yo le decía: que le puedo hacer? es mi naturaleza, </span><span style="font-size:130%;">así </span><span style="font-size:130%;">nací e igual que t</span><span style="font-size:130%;">ú</span><span style="font-size:130%;"> no puedo cambiar. Frans caminaba dando respingos con la cabeza y los hermanos me decían con una sonrisa que no le hiciera caso. Total que al final el hombre se relajó me invitaron a su casa a seguir con la marcha. Allí nos pasamos hasta las cuatro y media de la mañana hablando, enseñándoles un poco de español y aprendiendo también unas nociones básicas de indonesio. Todavía me esperaba la última sorpresa a la hora de irme, Ibhran (que ya llevaba una que no se tenía en pie) me dijo... yo me quedo en el hotel donde tu estás, pero en la otra cama... yo trate de decirle cortésmente que ni en pintura, que si en el hotel no dejaban entrar extraños, que solo había una cama, etc pero no había manera. Total que al final aquel hombre me acompañó los 20 metros que había desde su casa hasta la entrada de mi hotel y yo con un rápido quiebro de cintura lo despedí en la puerta y me fui a habitación para empezar el nuevo año.</span><br /><span style="font-size:130%;">Sin duda me pasé un fin de año muy divertido y surrealista... y nos echamos unas buenas risas para comenzar el 2009.</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7361232101132051031.post-89640784384246572612008-12-29T11:02:00.002+00:002008-12-30T08:54:30.359+00:00En Kuta<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">La vuelta de Lombok a Bali me llevó casi todo el día. Aunque yo no tenía pensado ir a Kuta pero la marea de turistas, que supongo vendrían de las Islas Gili, me condujo hasta allí</span><br /><span style="font-size:130%;">Kuta es tristemente famosa por que aquí es donde ocurrieron los terribles atentados de Bali en 2002. Un monumento a las víctimas y los espeluznantes relatos de la gente de aquí cuando te hablan de aquella noche son los recuerdos que quedan en la ciudad de aquel terrible momento. También es famosa como destino surfero y por las numerosas discotecas y pubs que hay en el centro turístico y donde </span><span style="font-size:130%;">vienen </span><span style="font-size:130%;">principalmente australianos a ponerse las botas a cerveza. La playa no es gran cosa comparada con las del sur de Tailandia o Malasia, pero al menos hay olas y te puedes divertir un rato jugando con ellas. Cuando caminas por las calles de Kuta es un poco agobiante, porque en cada esquina te aparece alguien que te ofrecen transporte, masajes, compras, etc.. También he de decir que cuando ven que no vas de eso se relajan y empiezan a hablar contigo de otra manera más relajada y amigable.</span><br /><span style="font-size:130%;">A la mañana siguiente de llegar, era día festivo para los hindúes de Bali y en cada esquina y en cada intersección de calles había una ceremonia religiosa; la gente estaba sentada en la calle, frente a un pequeño altar, haciendo ofrendas, bailando, manejando un dragón o emulando que tenían el demonio dentro. Me sigue pareciendo increíble como se mantiene la cultura aqui, incluso en un lugar tan turistico como Kuta. Allí estaban todos, los mayores, los adolescentes y los niños que continuarán con las tradiciones en el futuro.</span><br /><span style="font-size:130%;">Aquí compartí mis momentos con Gemma, Esther y Lili, dos españolas y una brasileña con las que me tropecé en la calle y que están viviendo actualmente en Sydney. Con ellas quedé al día siguiente para darnos un paseo en motocicleta (conducían ellas) por el sur de la península de Bukhit donde se encuentra el templo de Ulu Watu en lo alto de unos impresionantes acantilados. Luego seguimos camino hasta Nusa Dua donde hay algunas playitas menos saturadas que la de Kuta. Allí se nos pinchó la rueda de la moto y aunque no nos costo demasiado buscar un lugar donde arreglarla, el problema era que el mecánico no nos aseguraba que el arreglo iba a durar demasiado y como el que nos alquiló la motocicleta se quitaba el muerto de encima, nos arriesgamos y reparamos el pinchazo rezando para que aquello llegara intacto hasta la vuelta.</span><br /><span style="font-size:130%;">Acabamos nuestro paseo viendo la espectacular puesta de sol en Jimbaran, cerca ya de Kuta, donde hay muchos restaurantes para turistas que se sientan allí para ver el atardecer. Nos despedimos al día siguiente pues yo seguiré mi camino hacia Sulawesi.</span><br /><span style="font-size:130%;">No hay que dejarse llevar por los tópicos, a pesar de que Bali es un sitio bastante turístico y que en algunos momentos puede ser un poco extenuante o irritante a la hora de estar todo el día regateando o esquivando vendedores , es una isla a la que vale mucho la pena venir por su impresionante y bien conservada cultura, por su paisaje y por su gente.<br />Por cierto les extra</span><span style="font-size:130%;">ñar</span><span style="font-size:130%;">á</span><span style="font-size:130%;"> no ver fotos en esta entrada, pero como ya saben los que me siguen, suelen llevarlas retrasadas unos 15 </span><span style="font-size:130%;">días y ayer he llegado a Papua. Las cone</span><span style="font-size:130%;">xiones son muy lentas y no me permiten cargar fotos, asi que esto tendr</span><span style="font-size:130%;">á</span><span style="font-size:130%;"> que esperar a una mejor ocasi</span><span style="font-size:130%;">ó</span><span style="font-size:130%;">n.</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com6