16 feb 2009

Kambaramba (primera parte)

El bote desde Angoram hasta Kambaramba tardó solamente 30 minutos. Nada más desembarcar nos recibió otro pastor, Max que nos ofreció alojamiento en la iglesia del pueblo que como todas las viviendas de esta zona está construida con madera de sego y que básicamente son casas abiertas, sin paredes y ancladas sobre postes para evitar en la medida de lo posible las crecidas del río. Los techos están también fabricados con hojas de sego entrelazadas.
Enseguida apareció una tropa de chiquillos sonrientes que nos rodearon y que no se separarían ni un momento de nosotros mientras estuvimos allí. Aquí no están muy acostumbrados a ver extranjeros y la verdad que en este lugar uno se puede sentir realizado como payaso. Todos los chicos se sentaban en corro alrededor mío y se partían de risa con cada una de las tonterías que yo les hacia.
La vida aquí es muy tranquila y todo gira alrededor del río. Los únicos productos que tienen en la época de lluvias en la que las tierras de los alrededores se convierten en pantanos son pescado y el jugo del sego hervido, que por cierto incluso para una persona de buena boca cómo yo es de un sabor realmente desagradable. Esa tarde nos llevaron en canoa hasta otro de los pueblos cercanos, donde nada más llegar nos recibió una tropa numerosísima de niños que iban corriendo detrás de nosotros, a ver si les hacíamos una gracia o para posar en la foto. Muchos de ellos andan desnudos y desde los 4 o 5 años los ves conduciendo las estrechas canoas a lo largo del río. Pero también tienen las barriguitas hinchadas por la presencia de parásitos y la mala alimentación y además como todos los lugares aquí son una inmensa factoría de mosquitos, casi todos ellos padecen una media de 3 o 4 veces al año la malaria.
Nosotros hemos tomado precauciones con los mosquitos, pero aun así es imposible evitar que te piquen. No es suficiente el uso de repelente, el cuerpo totalmente tapado, la mosquitera para dormir por la noche; al final siempre descubres que te terminan picando así que aquí lo único que se puede hacer es llevar un tratamiento de choque para usarlo en el caso que tengas mala suerte y empieces a sentir los efectos de la enfermedad.

1 comentarios:

Lucas dijo...

KARAMBA!!!

sólo puedo decir eso... espero la segunda parte ansioso!!

Ojo con la malaria que ya no te queda nada!! y sería una putada pillarla al final.

ánimo!!