El valle Baliem es la zona más accesible de las llamadas tierras altas del centro de Papua (por no decir casi la única) lo que lo convierte en un sitio relativamente turístico. Nuria y yo llegamos al aeropuerto de Jayapura para coger nuestro vuelo hacia Wamena, la capital del valle. Como no hay carretera hasta allí, la gente aprovecha para cargar todo lo que puede en el avión y luego venderlo allí a precios realmente astronómicos, casi siempre llegan a ser 3 y 4 veces los de Jayapura. El encargado de la pesa de la compañía no paraba de meter sacos de arroz, cajas de agua y miles de cosas. Llegamos a nuestro destino sobrevolando el interior de la Isla en donde se puede ver el intacto verde de la selva y los serpenteantes ríos de color marrón recorriéndola.
En Baliem habitan varias tribus aunque el valle esta dominado por los Danis. En general Wamena esta “bastante” modernizado, nada más llegar al aeropuerto empiezas a ver a la gente con sus rastas (les encantan), sus camisetas del Chelsea o del Real Madrid, pero también entremezclados algún viejito caminando desnudo y solo con su koteka (una especie de calabaza que se ponen en ejem... sus partes).
Nada más llegar nos encontramos con John, un guía con el que, después de una dura pugna, llegamos a un acuerdo para irnos de trekking durante 4 días. Aunque ya saben que a mi no me gusta demasiado ir guiado, aquí no queda más remedio que acogerte a sus reglas. Esa tarde nos dedicamos a dar una vuelta por el mercado de Wamena, un lugar absolutamente colorista y que esconde sorpresas en cada esquina. La tarde y la cena la pasamos con otros dos divertidos madrileños, Juan Carlos y Fran preparándonos para salir de caminata al día siguiente.
He de decir que lamentablemente sigo sin poder cargar fotos en la red y creo que seguirá siendo así hasta que salga de Papua, en aproximadamente mes y medio más. Compensaré posteriormente subiendo más a los álbumes de Picasa.
En Baliem habitan varias tribus aunque el valle esta dominado por los Danis. En general Wamena esta “bastante” modernizado, nada más llegar al aeropuerto empiezas a ver a la gente con sus rastas (les encantan), sus camisetas del Chelsea o del Real Madrid, pero también entremezclados algún viejito caminando desnudo y solo con su koteka (una especie de calabaza que se ponen en ejem... sus partes).
Nada más llegar nos encontramos con John, un guía con el que, después de una dura pugna, llegamos a un acuerdo para irnos de trekking durante 4 días. Aunque ya saben que a mi no me gusta demasiado ir guiado, aquí no queda más remedio que acogerte a sus reglas. Esa tarde nos dedicamos a dar una vuelta por el mercado de Wamena, un lugar absolutamente colorista y que esconde sorpresas en cada esquina. La tarde y la cena la pasamos con otros dos divertidos madrileños, Juan Carlos y Fran preparándonos para salir de caminata al día siguiente.
He de decir que lamentablemente sigo sin poder cargar fotos en la red y creo que seguirá siendo así hasta que salga de Papua, en aproximadamente mes y medio más. Compensaré posteriormente subiendo más a los álbumes de Picasa.
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