El Sinaí

A la vuelta del desierto pasé nuevamente por el Cairo. Un día tranquilo que he dedicado a algún papeleo ( Dani, ya tengo el visado de Uzbekistán) y otras consultas, especialmente en la embajada de Siria, referentes también a la visa de entrada a ese país. Esto último es a consecuencia de una conversación con un belga, que me comentó la posibilidad de, en vez de coger un avión desde Amman a Teherán, ir por tierra, atravesando Siria y el Este de Turquía, que por lo visto, es un trayecto muy espectacular.

Al día siguiente, madrugón para salir hacia la península del Sinaí, ultima parada en Egipto. Me habían comentado que en esta zona, los lugares turísticos son del estilo del Sur de Canarias, muy preparados para el turismo organizado (apartamentos, hoteles de alto standing ). Y es así, pero hay un solo lugar en la península que está especializado en el viajero independiente... Y ese lugar no es otro que Dahab, muy cerca de la frontera con Israel.

Después de mil absurdos controles policiales, llegué en compañía de Jeff, un coreano que conocí en el autobús y que más o menos sigue la misma ruta que yo. Aquí hay muchos lugares para hacer buceo o, como es mi caso, para hacer el buceo de Artenara, es decir con gafas y tubo. El primer sitio al que fui es Blue Hole, un arrecife de coral... Uff, vaya experiencia, nunca había pensado que fuera tan emocionante. Después de cientos de hora nadando en el rompeolas de las Teresitas, que lo más emocionante que te encuentras suele ser algún neumático desgastado (y que nadie se me ofenda) ver esa explosión de peces de colores, esos corales, me sorprendieron muchísimo, tanto que quería seguir allí hasta que se me quedaran los dedos arrugados, como un niño. Hay mas zonas para hacer esto en Dahab, el faro, el frente del pueblo, la laguna, así que al día siguiente, fui a darme otro chapuzón allí. Seguro que cuando vuelva a Canarias me engancharé a este mundo.

Por cierto, al frente del pueblo se ve Arabia Saudí y, sorprendentemente, al menos para mí, parece un lugar muy montañoso. Quizás una próxima vez…