28 jun 2008

Samarkanda

Me fui junto a Juancho y Ricard de visita a la famosa ciudad de Samarkanda, punto neurálgico de la ruta de la seda. Por algún malentendido de la vendedora de tickets, nos metieron en primera clase del tren, así que como reyes nos quedamos "disfrutando" de culebrones de Uzbekistán durante más de 3 horas. Hay que reconocer que nuestro ruso es un "poco" básico. En Samarkanda habíamos quedado con Elisa, la lectora de Kyrgyzstan y su amiga Paloma, ambas del país vasco. Las lectoras (y lectores) son español@s que desarrollan la labor de enseñar nuestro idioma y apoyar la acción cultural de España en el exterior. Se imaginarán la suerte que ha sido para nosotros conocer a las lectoras de aquí (Alejandra y Elisa) que se conocen Asia Central como la palma de la mano.
El hotel donde nos quedamos estaba genial, con su patio interior y todo. Por la tarde nos fuimos a dar un paseo por la ciudad. La primera parada fue en el Shah-I-Zinda, la avenida de los mausoleos que es en esencia una estrecha calle flanqueada por Mausoleos. En uno de ellos descansa el primo del profeta Mohammed.
También fuimos a ver el observatorio de Ulugbek construido en 1420 para observar las estrellas. Con los restos que quedan es difícil hacerse una idea de como funcionaba ésto así que nos dedicamos a inventar divertidas hipótesis .
De vuelta paramos en la mezquita Bibi-Khanym donde nos ofrecieron incluso quedarnos a dormir dentro. Tras una apetitosa cena y otra larga conversación nos fuimos a la cama, aunque yo, como siempre me quedé dormido antes en el sillón .
Al día siguiente nos fuimos al centro monumental de la ciudad, el Registán, un complejo de tres madrazas en forma de U, muy bien proporcionadas y revestidas de mayólica.
Ya no nos quedó más que coger la martshurka y volver a
nuestro hotel de Tashkent. Aunque mucha gente me habia comentado previamente que Samarkanda tiene más el nombre que lo que es en realidad la ciudad, a mi personalmente me ha gustado bastante.

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