Cuatro meses

Ha transcurrido la tercera parte de mi viaje y llega el momento de hacer balance..
De los 4 meses que llevo viajando y en los cuales he visitado 6 países de Oriente Medio: Egipto, Jordania, Siria, El Líbano, el Este de Turquía e Irán y 3 de Asia Central, he tenido tiempo de hacerme una idea de estas regiones. Por supuesto, con respecto a Oriente Medio, los que han leído este blog habrán sacado la conclusión que no es lo que muchos tienen en mente. La gente es de una amabilidad y hospitalidad asombrosa, muchas veces curiosa con el extranjero, otras más acostumbradas a nosotros pero siempre con una sonrisa en la boca.
Mucha cultura y lugares con una historia impresionante como las pirámides de Egipto, la ciudad de Petra en Jordania, Damasco o Palmira en Siria, Baalbek en Líbano o Persépolis en Irán que te dejan con la boca abierta.
Por supuesto, sería absurdo decir que todo es bueno en Oriente Medio. He visto mucho trabajo infantil, niños con 7 ó 8 años sirviendo en restaurantes, tiendas o mercados. Por supuesto lamentable también el papel que le tienen reservado a las mujeres y algunas reglas que a nosotros nos pueden resultar absolutamente incomprensibles así como mucha, mucha escasez de libertad de expresión.
En Asia Central se nota mucho la influencia (para bien y para mal) de la antigua Unión Soviética. Muchas de las costumbres rusas están fuertemente implantadas aquí. Al ser países de reciente creación, la democracia brilla por su ausencia. También poseen muchos lugares históricos asociados a la Ruta de la Seda y una naturaleza exuberante especialmente Kyrgyzstán y lo que veré en Tayikistán.
A nivel personal, he vivido tanto que me parece muy lejano el día que aterricé en El Cairo. Sigo muy bien de ánimo aunque el nivel energético con el que empecé no es el mismo por lo que muchas veces necesito parar a descansar. También ayuda que la dieta no suele ser lo suficientemente equilibrada; me imagino que debo tener el colesterol por las nubes.
Algo que me ha desgastado psicológicamente ha sido la burocracia de Asia Central. Era algo que ya sabía antes del viaje pero aún así no he podido evitar en algunos momentos un cierto nivel de frustración. Para que me entiendan, entre los 5 países de Asia Central, China y Pakistán, he tenido que acudir 25 veces a una embajada y todavía me queda conseguir la difícil (e importante) visa de tránsito para China y probablemente otra vez la de Kyrgyzstan. Aún así, es posible que incluso con la visa, las autoridades chinas cierren las fronteras terrestres durante los Juegos Olímpicos así que en ese caso tendría un serie problema para salir de Asia Central.
Ya comenté en otra ocasión sobre lo que supone para mí este blog. Aunque a veces reconozco que no es fácil ponerse a escribir, cada comentario o cada correo que recibo siempre produce en mí una gran sensación de alegría y es como un pequeño empujón para seguir el camino con mucha ilusión. Aunque la mayor parte de este viaje haya estado muy bien acompañado, saber que tanto Patri como mi familia y mis amigos están en contacto conmigo me transmite sensación de tranquilidad.
Si todo va bien, esta primera parte del viaje culminará en los próximos dos meses en Tayikistán, un breve tránsito por China y por último Pakistán, países en los que espero disfrutar de algunos de los paisajes de montaña más grandiosos y remotos de este planeta.