1 oct 2008

La capital de Sikkim

La capital de Sikkim es una pequeña ciudad de unos 30.000 habitantes. Por si misma no tiene mucho interés; tiene una calle comercial donde se alinean los restaurantes y los hoteles más elegantes y aparte de eso algunas gompas y parques.

Aquí llegué con Eric y Sara, un matrimonio de Alaska que conocí en Pelling. Como por las noches quedábamos a cenar en su hotel, me contaron muchas cosas sobre su región de origen.

Esta es otra de las oportunidades que me brinda este tipo de viaje: no sólo conocer los lugares y la gente de los sitios por donde paso, sino que además, con conversaciones con los viajeros, despertar el gusanillo de visitar otros lugares del planeta. Les aseguro que después de lo que ellos me contaron sobre Alaska, y si te gusta tanto la naturaleza como a mí, es un destino imprescindible.

Con ellos compartí también la excursión al Lago Tchamgo, a 3.780 m. de altura y a sólo 10 km. de la frontera con el Tibet. Por razón de esa cercanía, aparte del permiso básico de Sikkim, te hacen sacarte otro más y además sólo te dejan ir a través de una agencia de viajes. Lamentablemente el tiempo estaba más cerrado que nunca así que las vistas fueron escasas. El lago es muy pequeño y lo que hay en la orilla son sólo 5 paisanos con unos yaks a ver si captan algún turista que quiera dar un paseo sobre ellos. Cerca de la cima hay algunos pueblecitos construidos a base de oxidadas chapas de hierro.

Algo que es de locura es como trabajan aquí en la reparación de las carreteras. Las zanjas las abren a mano con una barra de hierro mientras dos personas echan la tierra con una pala, uno de ellos con una cuerda que empuja el mango hacia arriba. La grava la fabrican las mujeres golpeando con un martillo pequeñas piedras.

También fui a darme una vuelta a Rumtek, a unos 30 km. de Gangtok, donde reside la secta Kaygu o del sombrero negro, una extraña rama budista que tiene su propio líder que en estos momentos es el XVII Karmapa y al que el gobierno indio no permite que venga a regir su monasterio. En esencia es una gigantesca y espectacular gompa con muchísimo colorido.

A la vuelta casi me quedo tirado a las puertas del monasterio pero unos amables monjes me llevaron de paquete en su pick-up y pude alcanzar de nuevo Gantok.

1 comentarios:

Lucas dijo...

QUE LUGARES OIGAAAA QUE LUGARESSSSSSSS

Próximo destino Alaska!!!