22 dic 2008

Tetebatu

El habitual trasiego de Bemos y motocicletas me llevó desde Sengiggi hasta Tetebatu, en la falda sur del Gunung Rinjani, el volcán más alto de Lombok con 3.726 metros. El pueblito y la gente que viven en él son simplemente encantadores. En el homestay ya serán capaces de adivinar ¿cuanta gente había? acertaron, como casi siempre últimamente estaba yo sólo. Dediqué la tarde a dar paseos por las terrazas de arroz, a hablar con la gente del pueblo y a tomar un cafecito o cenar en el único café de Tetebatu.
Al día siguiente me levanté muy temprano y me fui dando un paseo hasta Kotarajan, a cinco kilómetros de Tetebatu, el pueblo más cercano donde hay un mercado. Ya sé que hay gente a la cual todos los mercados le parecen lo mismo pero para mi todos y cada uno de ellos son diferentes y reúnen la esencia de las zonas rurales que visito.
Una de las formas más comunes de moverse en Lombok, aparte de las motocicletas, son los sidomos que son pequeños carritos tirados a caballo.
Camino de vuelta conocí a Hill, un chico del pueblo que me invitó a su casa a tomar café y galletas con su familia. Después de estar más de 3 horas en su casa me dijeron que si quería ir a cenar a la villa de su tío. Me fue a buscar a la guesthouse en una motocicleta que le debían haber prestado y empezó a conducir. El pueblo de su tío es Suralaga, calculo que al menos a 20 kilómetros de Tetebatu. A mitad de camino empezó a caer una tromba de agua que no veas (literalmente). Al principio íbamos parando hasta que se aplacaba un poco la intensidad de la lluvia, pero ya vi que no iba a dejar de diluviar en un buen rato así que seguimos conduciendo. Yo estaba empapado, la camiseta junto al pantalón empezaba a formar laguitos que iban bajando por el pantalón. Al final llegamos a la casa de la abuela, que estaba seleccionando pimientas de un cesto, para darle ese picante sabor que tienen todas las comidas de Lombok. Allí estuvimos un rato hablando con ella que al final me regaló unos mangos para que comiera al día siguiente.
En el salón de la casa del tío no había prácticamente ningún mueble, solo un televisor a un lado y el suelo recubierto de alfombras de color vino. Me prestaron ropa para que me cambiara, una camisa y un Kaín, que es la misma especie de falda que usaban en Bangladesh o en Malasia. La cena, por supuesto usando la mano derecha a modo de cubierto, estuvo deliciosa. Después fuimos a dar un paseo por el pueblo (con la falda por supuesto) con varias paradas en casa de sus familiares para tomar té.
Volvimos ya de noche hacia el pueblo. Echaré mucho de menos cuando ya no este de viaje la sensación de libertad de andar en motocicleta, sin casco por supuesto, y sentir el aire dando en mi cara.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya parece ser que te has acostumbrado a la libertad de sentir el aire viajando en moto y de paso la ducha motorizada, nada más se le puede pedir a una motocicleta. Espero que estos días te sientas acompañado por todos nosotros tus familiares y también por muchos amigos que seguimos tus pasos. junto con nuestro cariño te enviamos un gran deseo de paz, salud y felicidad que los demás vendrá por añadidura como decía D. Quijote. vemos que tus experiencias agradables y sorprendentes van en aumento lo que me imagino que colmen sobradamente tus expectativas al iniciar la aventura. En nuestra habitual cena de Navidad te tendremos tan presente como otros años y hasta me tomaré un vaso de vino por ti, la distancia es una simple anécdota. Besos y abrazos de
todos, tíos, primos hermanos, sobrinos y duplicados de tus padres
a.p.a.p.

Javier Ramirez dijo...

Hola Gustavo !!

Año tras año, el final del mes de Diciembre suele ser propicio para que después de mucho tiempo sin vernos coincidamos en GC y podamos ponernos al día tras meses sin habernos visto.

Este año es diferente, pero he de decirte que estoy incluso más contento que en años anteriores porque te tenemos en casa casi a diario.
Si no es por una crónica tuya, es por un comentario que nos hace alguno de nuestros amigos a los que hemos hecho habituales seguidores de tus crónicas.

En cuestion de horas Amaia y yo saldremos rumbo al Tirol austriaco a pasar unas navidades diferentes a las que estamos acostumbrados.

No queriamos irnos sin intentar que en estas fechas te sientas un poco más acompañado aunque sea con unas pequeñas palabras.
Te aseguro que nos acordaremos de ti y deseamos que aún en tu soledad navideña te sientas rodeado de todos los que te queremos.Estamos muy orgullosos de ser parte de tu vida.

FELIZ NAVIDAD HERMANO

Javi y Amaia

Lucas dijo...

Que buenos relatos Gus, me teletransporto a donde tu estás.

Que lugares!!

ánimo y a disfrutar de lo que queda!

Unknown dijo...

Joder tio seguro que con el Kaín ese y en moto tenias que estar cañon., pon una fotito chaval.. Muchos besos y feliz navidad

Anónimo dijo...

HOLA CHONO. OYE, QUE FELIZ NAVIDAD POR ALLÁ POR DONDE ESTÉS. Y NO TE OLVIDES DE LOS QUE ESTAMOS A ESTE LADO DEL MUNDO. ORLANDO Y NATI.
24.12.08

Dailos Medina dijo...

Hola Gus!!

Cómo siempre disfruto mucho con tus historias... y me echo más de una sonrisa ;) Se te echa de menos por aquí hermanito ( y tambien un poco de envidia por todo lo que estas viviendo ;) ).

Aprovecha cada momento, que se acerca la vuelta y el tiempo se va volando.

¡¡¡¡¡Un abrazo muy fuerte!!!!!!

Anónimo dijo...

Hola Gustavo.

Yo también me sumo a los saludos familiares y de amigos.

Con mis padres he tenido la oportunidad de comentar más de una ocasión tus peripecias a través del mundo.

No suelo aprovechar estas fechas como excusa para contactar con gente que hace tiempo que no hablo (ya que no soy Pro-Navidad).

En tu caso creo que te mereces un abrazo y al menos desearte un Feliz Invierno.

Te deseo que disfrutes de tu última cuarta parte de tú aventura.

Saludos desde Gran Canaria.

"Gusti El Chico".