2 ene 2009

Fin de año surrealista

Voy a dar un pequeño salto en el tiempo dejando para más tarde las entradas de Sulawesi (Lucas, las historias interesantes que te comenté eran de alli) para venir hasta el momento actual y contarles como fue mi fin de año en Jayapura, la capital de la mitad de Papúa perteneciente a Indonesia, lugar donde me encuentro en la actualidad.
Las calles de Jayapura no están muy iluminadas de noche pero en Nochevieja se visten de la luz que procede de los cohetes, absolutamente todo el mundo hace su contribución. Los niños se pasan toda la tarde-noche correteando por las calles y lanzando petardos que tienes que ir esquivando mientras los mayores estan lanzando voladores. También se montan hogueras y barbacoas en la calle para compartir carne con la familia y absolutamente todo el mundo está en la calle, al menos hasta las 12 de la noche porque luego todo se acaba.
Aun así, El ambiente no me terminaba de animar del todo, a pesar de que la alegría dominaba las calles yo andaba por ellas un poco desorientado y sólo pero al volver al hotel me encontré con Frans, un papuo que había conocido en la calle los días anteriores y que estaba sentado con su hermana Diana y su hermano Ibhran y que me invitaron a comer algo y a tomar un poco de la cerveza de palma típica de ellos.
Papua es el ecosistema de uno de las animales mas espectaculares del mundo, las aves del paraíso. Pues bien, los hermanos en cuestión tenían más pluma que dichas aves.
Por allí iba pasando gente saludando con el Selamat Tahu Baru (Feliz año nuevo) y parándose a tomar una cerveza o a fumarse un cigarrillo: el amigo que se llama Marley y que se paso toda la noche emulando al cantante que le dio nombre (sobre todo cuando su nivel alcohólico iba subiendo), un chico rapado al cero y con unas coletas en la parte posterior de la cabeza y mucha mucha gente.
Sacaron unas botellas de whisky con cola cola y seguimos bebiendo. Solo les digo que la mezcla era tan explosiva como una lata de refresco para toda la botella, asi que aquello daba un subidón que no veas. Yo ya no me callaba más y les dije... es que a mi... me gustan las mujeres. El Frans empezó a dar vueltas sobre si mismo... pero... cómo cómo? como puede ser eso? y yo le decía: que le puedo hacer? es mi naturaleza, así nací e igual que tú no puedo cambiar. Frans caminaba dando respingos con la cabeza y los hermanos me decían con una sonrisa que no le hiciera caso. Total que al final el hombre se relajó me invitaron a su casa a seguir con la marcha. Allí nos pasamos hasta las cuatro y media de la mañana hablando, enseñándoles un poco de español y aprendiendo también unas nociones básicas de indonesio. Todavía me esperaba la última sorpresa a la hora de irme, Ibhran (que ya llevaba una que no se tenía en pie) me dijo... yo me quedo en el hotel donde tu estás, pero en la otra cama... yo trate de decirle cortésmente que ni en pintura, que si en el hotel no dejaban entrar extraños, que solo había una cama, etc pero no había manera. Total que al final aquel hombre me acompañó los 20 metros que había desde su casa hasta la entrada de mi hotel y yo con un rápido quiebro de cintura lo despedí en la puerta y me fui a habitación para empezar el nuevo año.
Sin duda me pasé un fin de año muy divertido y surrealista... y nos echamos unas buenas risas para comenzar el 2009.

4 comentarios:

Lucas dijo...

jajaja pues un poco surrealista si eh? e incluso un poquillo de stress ya debiste pasar! jeje.

Feliz años y a seguir bien!

Javier Adán dijo...

precioso blog

Anónimo dijo...

que bueno, no puedo dejar de imaginar al señor de la pluma dando respingos al puro estilo "chiquito de la calzada"...joooooooorrrrrrrrrr.......
besos,
María P.

Anónimo dijo...

Hola Gus!! Queremos desearte un Feliz Año Nuevo 2009. Ya sé que han pasado 8 días desde entonces pero es que hemos estado de viaje y no he querido tocar un ordenador ni de broma.
Lo dicho. FELIZ 2009 Y LOS MEJORES DESEOS PARA TI.

Un beso. Cristina e Iván