La gente en Siria es increíblemente amable, el primero al que pregunté por el hotel, se desvió de su camino y casi me llevó de la mano.
En mi primer día en Damasco, fui a darme un paseo por los zocos de Ciudad antigua, un laberinto de callejuelas estrechas seccionadas por otras mayores. Hice una parada en la mezquita Umayyad (data del año 705) y, al menos durante dos horas, me quedé simplemente absorto con el ambiente. Eso sí, ten cuidado porque allí sentado recibí en el brazo un certero misil de paloma.
Al final del día, fui con Harry a un restaurante (ya me tocaba). Generalmente como en los puestos de la calle, a veces felafel, a veces un Kebah o Shwarma, muchas un sandwich (árabe) y otras una especie de empanadas que rellenan de espinacas. Dicen que la comida siria es una de las mejores de Medio Oriente, si no la mejor. Sinceramente, después de comer allí puedo dar fe de algunas de sus exquisiteces:
• Labneh de cabra: unas bolitas de yogur con limón y menta
• Balila: una "sopa" con garbanzos y arroz con mucho comino y limón
• Fattoush una ensalada hecha con khobz tostado y tabbouleh que seguro conocen
• Mhammara que es como una crema para untar hecha con pimentón, simplemente ¡ñam ñam!
Salí de allí con la barriguita llena y el corazón contento directito a la cama...
Mi inglés va mejorando, aunque es verdad que es más sencillo para mí cuando estoy con alguien cuyo idioma nativo no es el inglés. A veces los australianos, ingleses, americanos o canadienses se embalan hablando y me cuesta seguir la conversación.
En mi dormitorio de Damasco había un soldado americano destinado en Iraq y pude enterarme de primera mano de la lamentable situación en la que está inmerso ese país. De hecho, en Damasco hay algunos campos de refugiados donde viven cientos de miles de iraquíes (y palestinos).
Para terminar mi estancia en Damasco quise probar la experiencia de un baño en un Hamman, me fui al centro de la ciudad donde esta el más antiguo de la ciudad, Al Nureddin. Te dan una esponja de estopa, un jabón y, ¡hala, a eliminar células muertas y suciedad acumulada!. También tienen un cuartito de 1 x 1 en el que se acumula todo el vapor. Cuando te metes allí parece que estas sufriendo el mismísimo infierno. Al final hay unas piletas en forma de concha y para aclararte te vas echando el agua con unos cuencos. Tras un masaje relajante, duermes como un angelito.
3 comentarios:
Este blog es buenisimo, te voy a leer cada dia, saludos
Hola Gustavo. Soy César, de La Palma. Mariano me dio la dirección de tu Blog y... bueno, veo que te lo estás pasando en grande.
El Blog lo veo muy interesante, de hecho pienso seguirlo para ver como te va.
un saludo
CESAR
jodoooo, que homenajes gastronómicos que te estás metiendo, pero que buena piiiiinta suena... unas fotitos para abrir el apetito un poco más no estaría mal... juju.
Que bien jugao el tema de la caretera... eso por estos lugares no lo ves ni loco, que bueno! para que luego digan! muy buena gente si señor!
Bueno, gracias a tus relatos yo también me he quedado con la panza a gusto y relajao tras los baños.
Sigue así looooco! ánimo!
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